Los juegos del hambre

Título original: The Hunger Games. Año: 2012. País: Estados Unidos. Género: Acción, Aventuras, Ciencia-Ficción. Director: Gary Ross. Guionistas: Gary Ross, Suzanne Collins y Billy Ray (adaptando la novela de Suzanne Collins). Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Stanley Tucci, Wes Bentley, Donald Sutherland, Liam Hemsworth, Toby Jones, Lenny Kravitz, Willow Shields, Paula Malcomson.

Año 2000. El realizador japonés Kinji Fukasaku adapta la polémica novela Battle Royale, publicada un año antes y escrita por Koushun Takami, para la gran pantalla. La historia de la misma giraba alrededor de una especie de “tradición” que obliga a los estudiantes de tercero (noveno grado) a matarse entre sí hasta que quede un único superviviente. ¿Les suena el argumento? A Collins, cuyo primer libro de la saga Los juegos del hambre se publicó en  2008, por lo visto no.

Pero retomemos el tema y centrémonos en lo que nos ocupa, la adaptación de la primera entrega de los libros de Collins. La acción, y ya entramos en materia, tiene lugar en un futuro indeterminado en el que, como tributo a un pasado marcado por las guerras y las tragedias, dos miembros (hombre y mujer) de cada uno de los doce (antes trece) distritos que lo componen tienen que enfrentarse entre sí en una lucha sin cuartel de la que sólo puede salir un vencedor… ¡vivo! Y todo ello mientras la zona rica (o sea, el Capitolio) se regodea retransmitiendo tan siniestro espectáculo (y sin, claro, tener que participar). Esta distopía retrofuturista tiene como absoluta protagonista a Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence, antes de convertirse en la it girl del séptimo arte americano), una joven que decide ocupar el lugar de su hermana pequeña (Willow Shields) en tan macabro acontecimiento y la persona que lo cambiará todo… ¡Por algo es la heroína de la función! Donald Sutherland, Woody Harrelson o Stanley Tucci tratan de dar brillo a un casting que se presenta de lo más fallido (con la elección de Josh Hutcherson, como amigo y posterior interés amoroso de nuestra protagonista, a la cabeza).

Lawrence cumple dando vida a la heroína protagonista y la historia, a pesar de lo expuesto al inicio, logra mantener el interés lo suficiente como para mantenernos pegados a la pantalla. Lástima que ni las escenas de acción (y eso es algo fatal en una producción de este tipo) estén rodadas como es debido (resultan farragosas y más molestas que otra cosa) ni el resto de personajes (aquí tenemos una protagonista absoluta y los demás son meras comparsas que pintan más bien poco) estén en concordancia. Sí, se deja ver. Y sí, es la mejor de las cuatro entregas cinematográficas.

Lo mejor: Cómo Hollywood es capaz de transformar una historia tan políticamente incorrecta (gente joven liquidándose entre sí en una especie de juegos olímpicos de lo más macabros) en un blockbuster para todos los públicos.

Lo peor: La ineptitud con la que se afrontan las escenas de acción.

Calificación: 5,5/10.