sábado, 11 de junio de 2016

Domino

Título original: Domino. Año: 2005. País: Estados Unidos. Género: Acción, Intriga. Director: Tony Scott. Guionista: Richard Kelly (adaptando una historia escrita por él y Steve Barancik e inspirada en la vida de Domino Harvey). Intérpretes: Keira Knightley, Mickey Rourke, Edgar Ramirez, Delroy Lindo, Lucy Liu, Christopher Walken, Dabney Coleman, Ian Ziering, Brian Austin Green, Mo’Nique, Mena Suvari, Macy Gray, Peter Jacobson, Jacqueline Bisset, Tom Waits.

Tony Scott, que llegó a conocer a la auténtica Domino Harvey (fallecida por sobredosis poco antes del estreno de la película y a la que aquí da vida Keira Knightley, quien se deja los corsés en casa), fue el encargado de ponerse al frente de este atípico biopic. Y digo lo de atípico porque se parece más a cualquier producción de acción adrenalítica que a una biografía al uso. Y es que la cinta no da respiro alguno. Y para que así sea Scott se sirve de un frenético montaje, una intensa fotografía y unos movimientos de cámara imposibles, cuasi circenses.


Richard Kelly (director de la sobresaliente Donnie Darko) firma el guión. O, mejor dicho, juega con él, deformando la realidad hasta el punto de conseguir confundir al personal. No ayuda la ingente cantidad de personajes (muchos de ellos prescindibles) que se dejan caer por la pantalla.


Dicho guión nos cuenta, a base de distintos saltos en el tiempo, cómo Domino deja las pasarelas para convertirse en una cazarrecompensas con la ayuda de Ed (Mickey Rourke) y Choco (Edgar Ramirez). También cómo el trío es convencido por un ávido productor (Christopher Walken) para protagonizar su propio (e imperdible) reality junto a Ian Ziering y Brian Austin Green (quienes se interpretan a sí mismos), dos de los actores de mi querida Sensación de vivir (Beverly Hills, 90210). Sin embargo, las subtramas son tan numerosas que sería imposible (e innecesario) comentarlas todas. Lo que finalmente tenemos es un producto tan curioso como irregular, ya que todas sus virtudes iniciales (el furioso montaje, el guión imposible…) acaban por socavar su credibilidad y la paciencia del espectador.

Lo mejor: Su guión.

Lo peor: Su agotador montaje es capaz de provocar las peores jaquecas del mundo.

Puntuación: 5,5/10.

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