martes, 28 de junio de 2016

Expediente Warren: El caso Enfield

Título original: The Conjuring 2: The Enfield Poltergeist. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: James Wan. Guionistas: Chad Hayes y Carey Hayes. Intérpretes: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Frances O’Connor, Lauren Esposito, Madison Wolfe, Maria Doyle Kennedy, Franka Potente, Patrick McAuley, Simon Delaney, Benjamin Haigh, Simon McBurney.

Expediente Warren podría convertirse, si el éxito sigue acompañando, en una de las franquicias más importantes del subgénero de terror sobrenatural. Material (Ed y Lorraine Warren, a los que vuelven a dar vida Patrick Wilson, actor fetiche de Wan, y Vera Farmiga, participaron en la investigación de innumerables casos paranormales) tienen para dar y tomar (casi tantos como corruptos asolan mi país, para que se hagan una idea). 


En esta nueva entrega la historia (al menos la trama principal) se desarrolla en Inglaterra (de plena actualidad por temas que nada tienen que ver con los que aquí nos unen). Concretamente en el hogar de una familia de clase baja que comienza a sufrir el acoso del que fuera el propietario (ya muerto) del inmueble que ahora habitan. Suceso que no tardará en gozar de cierta relevancia, sobre todo tras ser comparado con otro caso paranormal que conmocionó al matrimonio Warren y a medio mundo: el de la casa maldita de Amityville, llevado al cine en varias ocasiones.


Expediente Warren, la primera parte, se destapó como una de las grandes sorpresas (al menos dentro de su género) de su año, pero ahora su secuela no sólo repite éxito (recaudó, durante su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos, más de 40 millones de dólares), sino que además ha logrado el beneplácito de la mayoría de la crítica especializada, tarea harto complicada para una secuela y todavía mayor cuando ésta es una cinta de terror. Son muchos los factores que hacen de esta película una opción especialmente recomendable (sobre todo para los amantes del subgénero): Wan vuelve a demostrar por qué es un valor seguro cuando se trata de asustarnos o mantenernos en tensión, su firme reparto (destacando, de nuevo, una magnífica Vera Farmiga) o su ingente cantidad de sustos. No pueden con ella ni ciertos efectismos, inherentes en un trabajo de estas características, ni su excesiva duración. Además, cuenta con una figura maligna (una monja satánica) de poderoso calado.

Lo mejor: La puesta en escena de Wan.

Lo peor: Su duración.

Puntuación: 6,5/10.

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