Título original: Lethal Weapon. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género:
Acción. Director: McG. Guionistas: Matt Miller y Shane Black. Intérpretes:
Clayne Crawford, Damon Wayans, Jordana Brewster, Kevin Rahm, Keesha Sharp, Chandler
Kinney, Johnathan Fernandez, Tony Plana, Floriana Lima, Dante Brown.
Durante años se ha especulado con
una posible quinta entrega de Arma letal
(Lethal Weapon). Nunca se ha llegado a producir (servidor cree que debido a la
nefasta imagen pública del que fuera su gran protagonista: Mel Gibson), pero a
cambio se estrena su versión televisiva, emitida por el canal Fox y con Clayne Crawford (Rectify) ocupando el lugar de Gibson y
Damon Wayans (In Living Color) relevando
a Danny Glover. Jordana Brewster, de la saga A todo gas (The Fast and the Furious), es su principal reclamo
femenino.
McG, director de las dos entregas
cinematográficas de Los ángeles de
Charlie (Charlie’s Angels), y productor de series tan dispares como Supernatural, Chuck, Nikita, The O.C. o la versión americana de Los misterios de Laura, se encarga de
dirigir (sabiendo cómo se las gasta y lo que ello conlleva) este primer
capítulo. La historia es la que ya todos conocemos: dos policías diametralmente
opuestos (Crawford y Wayans, obviamente) acaban formando equipo muy a su pesar,
con tiranteces pero buenos resultados. Recordemos que la primera entrega
cinematográfica redefinió el concepto de las buddy movies y que esta serie sigue muy fielmente dichos pasos.
En un trabajo así (da igual que
sea una película o una serie) resulta primordial la buena química entre sus
protagonistas. Aquí no logran (o no logro yo) dar con ella. Tampoco me
interesan demasiado sus idas y venidas. Las de los personajes, digo (aquí sí
que reconozco que el problema es mío; no comulgo con el subgénero y tantos
tiroteos y persecuciones me acaban cansando). Está claro que Lethal Weapon no es una serie para mí. Con
la época dorada que está viviendo la pequeña pantalla me resulta casi ofensivo
perder el tiempo con una producción tan predecible como poco original.
Lo mejor: Su honestidad. No aparenta ser algo que no es.
Lo peor: Apesta a fórmula ya caduca.
Puntuación: 3/10.
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