martes, 10 de enero de 2017

Midnight in Paris

Título original: Midnight in Paris. Año: 2011. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Romance, Fantasía. Director: Woody Allen. Guionista: Woody Allen. Intérpretes: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Corey Stoll, Kurt Fuller, Mimi Kennedy, Michael Sheen, Kathy Bates, Léa Seydoux, Alison Pill, Tom Hiddleston, Adrien Brody, Carla Bruni.

Las últimas películas de Woody Allen pueden ser fácilmente divididas en dos grupos: las que se consideran obras menores dentro de su extensísima filmografía y las que recuperan al director de los primeros años y son alabadas por los críticos, quienes no tardan en señalar que el genio neoyorquino ha vuelta a dar en la diana. La que nos ocupa pertenece, afortunadamente, al segundo grupo.


En esta ocasión es Owen Wilson quien tiene a su cargo al hipocondríaco y apocado protagonista de turno. Un escritor con bloqueo creativo que se encuentra en París con su snob prometida (Rachel McAdams) y con los estirados (y republicanos, lo que da mucho juego) padres de ésta, John (Kurt Fuller) y Helen (Mimi Kennedy). Un escritor al que todo parece irle mal hasta que una buena noche es presa de una especie de hechizo que le llevará a conocer a algunas de las más importantes personalidades que poblaron París en los años 20: Hemingway (Corey Stoll), Dalí (Adrien Brody), Picasso (Marcial Do Fonzo Bo), Buñuel (Adrien De Van)…


Midnight in Paris, cuyo encantador guión debería ser su mayor reclamo (de hecho se hizo con el Oscar; recordemos que la película también fue nominada en otras tres categorías, incluidas las de mejor película y mejor director), no sólo es el mejor trabajo del director en años (¡hola, Match Point!), sino también su mejor comedia desde la maravillosa Todos dicen I Love You (Everyone Says I Love You). También tiene el honor de ser la cinta de Allen con mejores resultados comerciales (superó los 150 millones a nivel mundial). Dulce y nostálgica, Midnight in Paris consigue hasta lo que creía misión casi imposible: hacer tolerable (y mira que su personaje, marca de la casa, no puede ser más neurótico) a Owen Wilson.

Lo mejor: Su innegable encanto.

Lo peor: Que no todas las (últimas) películas de Allen sean así.

Puntuación: 7/10.

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