miércoles, 16 de agosto de 2017

Lana Del Rey: Lust for Life


Lust for Life se encaramó a lo más alto de las listas de ventas (en una semana especialmente complicada; competía, por ejemplo, con lo nuevo de Tyler, the Creator) en Estados Unidos y Reino Unido (también en España; lo señalo porque me hace especial ilusión). El disco llegaba precedido por dos singles tan potentes (mucho más accesibles y acertados que los cortes que sirvieron para presentar sus dos anteriores trabajos) como Love o el que da título al álbum y en el que colabora un superventas de la talla de The Weeknd. También desembarcaba acompañado de un buen puñado de críticas positivas. Las mejores recibidas por la artista (con permiso de Honeymoon).


El álbum lo componen 16 cortes y lo primero que llama la atención es la cantidad de colaboraciones. Al ya mencionado tema con The Weeknd hay que añadir dos con A$AP Rocky (a quien seleccionó personalmente para que interpretara a su amante en el videoclip de uno de sus himnos más celebrados: National Anthem), uno de los cuales, titulado Summer Bummer, también cuenta con Playboi Carti, otro con la mitiquérrima Stevie Nicks (la preciosa Beautiful People – Beautiful Problems; tema que viene a demostrar lo bien que se complementa la voz ronca de Nicks con la de Del Rey) y un último (Tomorrow Never Came; a la postre uno de mis, de momento, favoritos) con Sean Ono Lennon (hijo, claro, del no menos mitiquérrimo John Lennon y Yoko Ono). Pero que no salten las alarmas: todos (repito, TODOS) los temas suenan a Lana. A esa Lana tan etérea como melancólica. Como melancólicas son algunas de las grandes composiciones que hallamos en este Lust for Life cuya bonita portada ya ha dado mucho de qué hablar (hay quien ha querido ver en ella la transición de la Lana seria y triste de los muy recomendables Born to Die y Ultraviolence a la decididamente feliz de aquí).


Lust for Life aúna lo mejor de Lana; o, mejor dicho, lo mejor de sus anteriores trabajos. Pero también nos ofrece a una artista mucho más madura y optimista (sí, han leído bien: optimista); con un mayor control vocal y con un tracklist (con reminiscencias urban durante su primera parte y algo más folkies durante la segunda) mejor hilvanado (el disco comienza con un tema cuasi perfecto, y 100% Lana, y lo cierra con otro que no tiene nada que envidiarle). Todavía pululan por aquí algunas de sus obsesiones (los “chicos malos” y los amores imposibles/truculentos/tóxicos), aunque ahora también muestra inclinaciones políticas y hasta se destapa reivindicativa (When the World Was At War We Kept Dancing, God Bless America - and All the Beautiful Women in It). Lust for Life, a pesar de su excesiva duración, y de algún corte por debajo de la (francamente alta) media, se presenta como un disco capaz de seducir a los fans de cualquiera de los anteriores trabajos de la prolífica cantante.

Lo mejor: Sus dos primeros singles y todo el segundo acto (especialmente canciones como God Bless America - and All the Beautiful Women in It, Tomorrow Never Came y Get Free).

Lo peor: El arco que va desde 13 Beaches hasta Groupie Love. Sin ser ninguno de los temas especialmente malo, que conste. Además, todas tienen algo (pequeños toques) que las hace especiales (esos “bitch” y “fuck!” macarrillas de Cherry, los silbiditos en White Mustang…).

Puntuación: 8/10.

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