sábado, 14 de octubre de 2017

Blade Runner

Título original: Blade Runner. Año: 1982. País: Estados Unidos. Género: Ciencia-Ficción. Director: Ridley Scott. Guionistas: David Webb Peoples y Hampton Fancher (adaptando una historia de Philip K. Dick). Intérpretes: Harrison Ford, Sean Young, Rutger Hauer, Daryl Hannah, Edward James Olmos, Joanna Cassidy, M. Emmet Walsh, Brion James, Joe Turkel, James Hong, William Sanderson.

Película de culto y clásico del género de ciencia-ficción, Blade Runner está basada (muy libremente) en una novela de Philip K. Dick y nos muestra un futuro (no muy lejano, ya que la acción tiene lugar en el año 2019) en el que los replicantes (robots creados a imagen y semejanza de los humanos, con sus cualidad psíquicas y físicas más desarrolladas pero tratados prácticamente como esclavos) se han revelado y ahora se les da caza. De esto se ocupan los Blade Runners. La película se centra en las vivencias de uno de ellos, Rick Deckard (Harrison Ford), y en su afán por dar con varios replicantes que han regresado a nuestro planeta en busca de su creador. La trama en realidad es bien sencilla, sin embargo, el enfoque dado por Scott (Gladiator), y, sobre todo, los enrevesados diálogos, amenazan con hacer que parezca más inaccesible de lo que realmente es (eso y un montaje que tuvo que ser reducido drásticamente de las cuatro horas iniciales a las menos de dos de su estreno; existen, eso sí, varias versiones extendidas comercializadas en distintas ediciones para el mercado doméstico).


Incomprendida en el momento de su estreno (recibió críticas un tanto dispares y se estrelló en la taquilla estadounidense al recaudar algo menos que su ajustado presupuesto, estimado en unos 28 millones de dólares), Blade Runner es, técnicamente hablando, una película impecable. Todo en ella resulta destacable; desde la maravillosa banda sonora, creada por Vangelis, hasta el diseño artístico (sirvan como magnífico ejemplos los trabajos de maquillaje o peluquería empleados en las actrices Joanna Cassidy, Sean Young, en un papel para el que audicionó Barbara Hershey y para el que Philip K. Dick quería a Victoria Principal, o Daryl Hannah, cuyo personaje fue ofrecido inicialmente a Debbie Harry, vocalista del grupo musical Blondie), pasando por una fotografía que recrea de manera impresionante un mundo lluvioso, oscuro y nebuloso dominado por las luces de neón y los edificios ampulosos. Visualmente es impactante y asfixiante a partes iguales; y ahí radica uno de sus grandes aciertos, pero no el único.


Porque, ¿qué decir de su tan ajustado como inclasificable casting? Harrison Ford lidera perfectamente la cinta (algún día se hará justicia real a su figura como anti-héroe de acción), transmitiendo en todo momento la angustia de su personaje; mientras que Rutger Hauer se dedica a eclipsarlo con su hipnótica presencia y, ¿por qué no decirlo claramente?, presumiendo de tener a su disposición algunas de las mejores frases de la cinta (¿o acaso alguien no recuerda aquello de “He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”?). Los looks imposibles del reparto femenino tampoco deberían pasarnos desapercibidos, aunque lo cierto es que sus personajes no pueden presumir de la contundencia de sus homónimos masculinos. Blade Runner es, por derecho propio, una de las más alabadas producciones de ciencia-ficción dirigidas al público adulto y una película que creó escuela. Y sí, ha aguantado muy dignamente el paso del (siempre cruel) tiempo.

Lo mejor: La historia y la estética.

Lo peor: Que parte de su encanto/éxito sea (o lo parezca) fruto de la casualidad (por mucho que Scott la siga considerando su película más personal y redonda), sin ser ello algo esencialmente negativo.

Puntuación: 9/10.

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