sábado, 4 de noviembre de 2017

Cumpleaños mortal

Título original: Happy Birthday to Me. Año: 1981. País: Canadá. Género: Terror. Director: J. Lee Thompson. Guionistas: John C.W. Saxton, Peter Jobin y Timothy Bond. Intérpretes: Melissa Sue Anderson, Glenn Ford, Lawrence Dane, Sharon Acker, Frances Hyland, Travey E. Bergman, Matt Craven, Lenore Zann, Jack Blum, David Eisner.

Hay algo entrañable (sí, ya sé que usar la palabra entrañable en este contexto, hablando de una película como la que nos ocupa, es un tanto extraño) en las películas de terror juvenil de los 80. Puede que sean sus estrambóticas bandas sonoras (atención a la genial partitura que cierra la cinta), los peinados y vestimentas imposibles que lucen sus protagonistas o cierta afición por las tramas y muertes rocambolescas. Todo ello está presente, aunque no siempre para bien, en Cumpleaños mortal.


La película nos narra cómo un grupo de descerebrados jovenzuelos (¿quiénes si no?) son liquidados sin compasión por un despiadado asesino (o sea, que estamos ante un slasher en toda regla). De entre dichos jovenzuelos destaca Virginia, interpretada por Melissa Sue Anderson, la inolvidable Mary Ingalls (la hermana mayor de la popular familia catódica; la que pierde la vista) de La casa de la pradera (Little House on the Prairie), una joven que, tras sufrir un aparatoso accidente, ha medio perdido la memoria. Glenn Ford, ganador de un Globo de Oro por Un gángster para un milagro (Pocketful of Miracles), largometraje de Frank Capra, es el otro gran nombre propio de la cinta.


Como decía al principio, Cumpleaños mortal, dirigida por J. Lee Thompson, nominado al Oscar por Los cañones de Navarone (The Guns of Navarone), goza del encanto de las producciones de los 80, pero también de otras constantes que acaban perjudicando, y mucho, al resultado final, como por ejemplo sus numerosas incongruencias narrativas o, sobre todo, su absurdo clímax final. A su favor hay que decir que algunas muertes (aunque gran cantidad de ellas tengan lugar fuera de pantalla) resultan de lo más truculentas o lo mucho que me gusta que producciones de este tipo cuenten con rostros televisivos (sobre todo en papeles protagonistas) como el de, en este caso, Melissa Sue Anderson.

Lo mejor: Tiene el encanto de las películas de género de su época.

Lo peor: Es MUY tramposa. A su desenlace, por ejemplo, me remito.

Puntuación: 5/10.

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