viernes, 24 de noviembre de 2017

Hostel

Título original: Hostel. Año: 2005. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: Eli Roth. Guionista: Eli Roth. Intérpretes: Jay Hernandez, Derek Richardson, Eythor Gudjonsson, Jana Kaderabkova, Samantha Jordanova, Barbara Nedeljakova, Christopher Allen Nelson, Takashi Miike.

Dos jóvenes amigos, Paxton, interpretado por Jay Hernandez, integrante del Escuadrón suicida (The Suicide Squad) y co-protagonista masculino de Quarantine, la versión americana de Rec, la exitosa película española de terror, y Josh, a quien da vida Derek Richardson, visto en la teleserie (a mayor gloria del inefable Charlie Sheen) Terapia con Charlie (Anger Management) o recuperando al personaje de Jeff Daniels en Dos tontos muy tontos (Dumb and Dumberer) para la olvidable Dos tontos muy tontos: Cuando Harry encontró a Lloyd (Dumb and Dumberer: When Harry Met Lloyd), deciden pasar sus vacaciones en el extranjero en busca de chicas y fiesta, mucha fiesta. Pero lo que comienza como un viaje festivo se torna en pesadilla cuando son convertidos en carnaza de psicópatas. Atención a la aparición especial del director Takashi Miike.


Hostel es tres películas en una. Por un lado tenemos la parte lúdica y festiva (con la que se inicia la cinta y que recuerda a buena parte de esas comedietas juveniles con las que nos obsequia tan a menudo Hollywood), por otra la de terror, en la que nuestros protagonistas han de huir de unos matarifes (un tanto hardcore, como Saw), y por último la de venganza, al más puro estilo Escupiré sobre tu tumba (I Split on Your Grave). No todas ellas funcionan. La primera se hace muy pesada, la segunda resulta, en ocasiones, difícil de ver/digerir y la tercera es un festín adrenalítico que nos mantiene en tensión. Es decir, la peli va de menos a más.


Tetas, sangre y mucha, mucha casquería (estuve a punto de apartar la vista de la pantalla en un par de ocasiones; y eso que soy un tipo curtido en producciones gore de este tipo); son los credenciales con que cuenta Hostel. Una película con un ritmo irregular (le cuesta horrores arrancar), una crítica encubierta al miedo que profesan los americanos a lo desconocido (o, mejor dicho, a otros países y/o culturas) y distintas escenas de esas capaces de acongojar (por tensas, pero también por desagradables) incluso a los fans más irredentos del género. Eso sí, sus cualidades fílmicas (más allá de su capacidad para revolver estómagos o mantenernos, sobre todo durante su último tramo, expectantes) son más bien limitadas.

Lo mejor: Va de menos a más. No escatima en hemoglobina y vísceras.

Lo peor: Una primera parte directamente aburrida o lo poco que ofrece más allá de sus polémicas escenas.

Puntuación: 5/10.

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