domingo, 10 de diciembre de 2017

Centurión

Título original: Centurion. Año: 2010. País: Reino Unido. Género: Acción, Aventuras. Director: Neil Marshall. Guionista: Neil Marshall.  Intérpretes: Michael Fassbender, Dominic West, Olga Kurylenko, Noel Clarke, David Morrisey, Liam Cunningham, Axelle Carolyn, Riz Ahmed, Imogen Poots, Christopher Hale.

Centurión vendría a ser algo así como una versión barata (pero muy entretenida) de Gladiator, la cinta de Ridley Scott que lanzó al estrellato (Oscar incluido) la carrera americana de Russell Crowe. Curiosamente, Fassbender, el protagonista de la que nos ocupa, también ha acabado convertido en superestrella de Hollywood a base de compaginar producciones taquilleras con trabajos de autor. De momento ya se ha puesto a las órdenes de cineastas tan interesantes como (Quentin) Tarantino, en Malditos bastardos (Inglourious Basterds), (Steven) Soderbergh, en Indomable (Haywire), (Danny) Boyle, en Steve Jobs (por la que fue nominado al Oscar) o (David) Cronenberg, en Un método peligroso (A Dangerous Method), por citar a unos cuantos autores tan reputados como particulares.  


Michael Fassbender (Assasin’s Creed) da vida a un romano llamado Quintus Dias (y cuya voz en off nos atormenta a lo largo de toda la película) que, tras escapar de los pictos (confederación de tribus que habitaban el norte y centro de Escocia y cuyo nombre, siempre según los romanos, provenía de su afición por pintarse y/o tatuarse la piel, seguramente para la batalla), se une a los soldados que componen la Novena Legión. Pero tras una emboscada en la que su ejército queda diezmado se ve en la tesitura, junto al resto de supervivientes, de tener que huir para salvar la vida… Dominic West, protagonista masculino de la (muy) recomendable The Affair, y la modelo Olga Kurylenko (dando vida a la mala de la función), cuya filmografía acumula títulos como Quantum of Solace (segunda vez que Daniel Craig se metía en la piel del famoso agente 007), To the Wonder (de Terrence Malick) o El maestro del agua (The Water Diviner), protagonizada y dirigida por el ya mencionado Russell Crowe,  completan el reparto.


El rigor histórico no prima (¡ni falta que hace!) en la cinta de Marshall (The Descent, Dog Soldiers), la cual es más bien una producción de acción enmarcada en una época muy concreta y en la que brillan tanto sus bellos parajes como su muy acertada (y grisácea) fotografía. Aunque por lo que realmente destaca es por la cantidad de hiperviolentas batallas que contiene. Quien espere de ella algo más que un simple divertimento palomitero se llevará una terrible decepción. El resto podrán disfrutar de una producción de esas tan burdas (y brutas) como entretenidas. Toda una oda al fast food cinematográfico; fácil de ingerir (siempre que no seas demasiado aprensivo, que estamos ante una cinta bastante gore); fácil de olvidar.

Lo mejor: Su vocación de divertimento desacomplejado. Escenas como la que da inicio a la cinta o la que nos muestra la emboscada que sufren nuestros protagonistas.

Lo peor: El tortuoso uso (y abuso) de la voz en off y su importante colección de personajes unidimensionales.

Puntuación: 5/10.

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