miércoles, 7 de febrero de 2018

Soy leyenda

Título original: I Am Legend. Año: 2007. País: Estados Unidos. Género: Acción, Terror, Ciencia-Ficción. Director: Francis Lawrence. Guionistas: Akiva Goldsman y Mark Protosevich (adaptando la novela de Richard Matheson). Intérpretes: Will Smith, Alice Braga, April Grace, Dash Mihok, Salli Richardson-Whitfield, Paradox Pollack, Charlie Tahan, Willow Smith, Darrell Foster, Emma Thompson (sin acreditar).

Primero fue Vincent Price, en El último hombre sobre la Tierra (The Last Man on Earth), después le llegó el turno a Charlton Heston, en El último hombre… vivo (The Omega Man), y ahora (bueno, en realidad hace ya unos años) es Will Smith quien se pone en la piel de un hombre que ha sobrevivido a un terrible virus que ha transformado al resto de la humanidad en una especie de zombis-vampiro hipervitaminados y mortíferos. La película, por cierto, se basa en una novela de ciencia-ficción escrita por Richard Matheson, experto en el género. Su libro, El hombre menguante (The Shrinking Man), dio lugar a la famosa película de 1957, mientras que otra de sus obras literarias, la terrorífica La casa infernal (Hell House), impactó al mismísimo Stephen King. Matheson, además, también trabajó como guionista para la famosa serie de episodios (todos ellos englobados dentro del género: terror, ciencia-ficción…) La dimensión desconocida (The Twilight Zone); la clásica, la de los años 50 y 60.


Pero volvamos a la versión que nos atañe, la protagonizada por Smith (en un papel que a punto estuvo de interpretar, o al menos eso se dijo durante años en Hollywood, Arnold Schwarzenegger a las órdenes de Ridley Scott; los de Nicolas Cage, Mel Gibson, Kurt Russell, Tom Cruise, Michael Douglas o Daniel Day-Lewis también fueron algunos de los muchos nombres que sonaron, en uno u otro momento, como posibles candidatos para dar vida al héroe de la historia; apuntar, como enésima curiosidad, que Guillermo del Toro estuvo muy cerca de hacerse cargo de la dirección, pero finalmente se decidió por filmar la continuación de su Hellboy), no precisamente uno de mis actores predilectos, todo sea dicho de paso. Pero, claro, servidor había oído hablar maravillas de esta nueva adaptación (también sabía que le había ido muy bien en taquilla, recaudando, a nivel mundial, más de 585 millones de dólares; aunque eso me importaba algo menos) y ello me animó a verla. Dirige, por cierto, Francis Lawrence, director de Constantine, cinta en la que Keanu Reeves regresaba de la muerte con el don de reconocer a los ángeles y demonios que pueblan la tierra bajo apariencia humana, y de las entregas 2, 3 y 4 de Los Juegos del hambre (The Hunger Games).


Soy leyenda, que es el trabajo de Lawrence del que hoy hablamos, no me entusiasmó la primera vez que la vi. Es más, casi hasta me medio decepcionó (¿a santo de qué había recibido tantas críticas positivas?). Sin embargo, y tras haberla vuelto a visionar tiempo después, y sin tanto prejuicio (perdonen si no me maravillaba la idea de un remake de un remake y con Smith casi de único protagonista, con permiso de la encantadora perra, toda una “roba-planos”, que lo acompaña en todo momento), he acabado disfrutándola (con reparos, pero disfrutándola al fin y al cabo). Sí, es cierto que tiene cosas muy mejorables (empezando por los insufribles monólogos de Smith y continuando por el diseño de los infectados, más propios de una producción de terror cualquiera), pero también algunas otras realmente buenas (cómo Lawrence planifica las escenas de acción y/o tensión para mantenernos pegados a la pantalla durante varios momentos clave; que se rodara en Nueva York, y no en cualquier estudio sin chicha ni gracia; la compañera de cuatro patas de nuestro protagonista…). Soy leyenda, o más bien su trama, parte de una premisa interesante, pero no la desarrolla como es debido. Y ése es su gran talón de Aquiles. Como divertimento de acción (es decir, como blockbuster veraniego) y suspense (para todos los públicos) funciona, pero va perdiendo fuelle conforme avanza la historia; hasta que, para más inri, ésta desemboca en un clímax final a todas luces insatisfactorio (casi risible, diría yo). Acércate a Soy leyenda a sabiendas de que te vas a encontrar con un mero divertimento de acción y terror post-apocalíptico. De lo contrario es más que probable que acabes un tanto decepcionado. Como yo mi primera vez.

Lo mejor: Algunas de sus escenas de suspense y también, por qué no decirlo, la perra co-protagonista (mucho más carismática que el bueno de Will).

Lo peor: Los mon(g)ólogos de Smith, los flashbacks (innecesarios, repetitivos y, a veces, hasta anticlimáticos) y el desenlace.

Puntuación: 5/10.

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