jueves, 27 de septiembre de 2018

Almas condenadas

Título original: My Soul to Take. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: Wes Craven. Guionista: Wes Craven. Intérpretes: Max Thieriot, Emily Meade, Denzel Whitaker, Frank Grillo, Zena Grey, Danai Gurira, John Magaro, Nick Lashaway, Jeremy Chu, Jessica Hecht, Paulina Olszynski.

Fue un poco triste comprobar que casi todo el mundo (tanto público como crítica especializada) coincidía en catalogar este trabajo como el peor firmado por Craven. Pero más triste fue confirmar por mí mismo lo irregular que puede llegar a ser este descafeinado (y utilizo dicha palabra para no ser demasiado duro) slasher

 
De todas maneras, yo no me atrevería a aseverar con tanta gratuidad que Almas condenadas sea la peor cinta del director de Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street) y Scream. Tengo claro que es una de las más flojas, pero recordemos que su filmografía está plagada tanto de aciertos (a las dos cintas nombradas sobre estas líneas me remito) como de patinazos. ¿O es que ya nadie se acuerda de Un vampiro suelto en Brooklyn (Vampire in Brooklyn)? Vale, ésa no era una película de terror, pero, ¿qué me dicen de la terrible secuela de Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes)?

 
Pero volvamos a Almas condenadas. Volvamos y remarquemos que la historia parecía (al menos a mí me lo parecía; al menos a priori) interesante: un grupo de jóvenes, nacidos durante la misma noche que un sanguinario psicópata (Raúl Esparza) era supuestamente abatido, comienzan a ser brutalmente asesinados. Al menos es curiosa, ¿no? Pues bien, que nadie se emocione, porque a pesar de ello, y de una introducción de lo más potente (tan absurda y pasada de rosca que resulta entrañable), Almas condenadas acaba derivando en otro festival de tópicos sin chincha; de esos a los que no hay quien les hinque el diente. El problema lo encontramos, básicamente, en un guión (obra del propio Craven e inspiradísimo por la figura del imperdible Kevin Williamson) que peca de repetitivo e insulso. También de unos actores carentes, en su inmensa mayoría, de carisma. Es una pena reconocerlo, pero Almas condenadas parece filmada por cualquier director random y no por un maestro del género como fue Craven.

Lo mejor: Los primeros minutos y los créditos finales (absolutamente geniales).

Lo peor: Todo en ella peca de obvio y repetitivo. Además, es una cinta más bien aburrida

Puntuación: 3/10.

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