Más allá del odio

Título original: The Upside of Anger. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Drama. Director: Mike Binder. Guionista: Mike Binder. Intérpretes: Joan Allen, Kevin Costner, Erika Christensen, Evan Rachel Wood, Keri Russell, Alicia Witt, Mike Binder, Tom Harper.

Más allá del odio habría tenido, en otras manos, un acabado parecido al de cualquier película para televisión sin interés. Sin embargo, el carácter que el guión imprime a los personajes o, por encima de todo, la simpatía que éstos despiertan en el espectador, hacen que uno empatice con sus alegrías y sus penas, consiguiendo hacer de esta película algo mucho más interesante de lo que uno pudiese esperar(se) en un primer momento. A ello también ayudan unas buenas interpretaciones. Mención especial para una excelente Joan Allen.

Pero expliquemos un poco de qué va Más allá del odio. Como, por ejemplo, que todo parece indicar que el marido de la que es nuestra protagonista, Terry (Joan Allen), se ha fugado con su joven secretaria, abandonando mujer y cuatro hijas (Alicia Witt, Keri Russell, Erika Christensen y Evan Rachel Wood). Para colmo de males, el mal humor de Terry y su afición por la bebida provocan distintas riñas familiares. A este grupo de féminas se unirá Denny Davies (Kevin Costner), un ex-jugador de béisbol venido a menos que muestra interés por el personaje de Allen.

La historia trascurre por los cauces típicos del melodrama. Es más, incluso se podría decir que Más allá del odio es como una especie de revisión moderna del clásico Mujercitas (Little Women); salvando las distancias, claro. Y es que durante sus casi dos horas de duración somos testigos de las desdichas de esta desestructurada familia y del distinto devenir de los personajes principales (de Terry, Denny y las muy distintas hijas de ésta), problemas amorosos y familiares incluidos. Todo ello con un toque edulcorado pero nunca demasiado mojigato. Más allá del odio es, por lo tanto, un más que aceptable drama romántico con (pequeñas) pinceladas de comedia (un tanto amarga).

Lo mejor: Su muy llamativo reparto o el giro de guión final (y no digo más).

Lo peor: Un tono que, a veces, parece deslizarse irremediablemente hacia su lado más ñoñete.

Puntuación: 6/10.