jueves, 21 de febrero de 2019

Ni en sueños

Título original: She’s Out of My League. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Romance. Director: Jim Field Smith. Guionistas: John Morris y Sean Anders. Intérpretes: Jay Baruchel, Alice Eve, Nate Torrance, Mike Vogel, Kim Shaw, T.J. Miller, Lindsay Sloane, Krysten Ritter, Kyle Bornheimer, Debra Jo Rupp, Jasika Nicole, Hayes MacArthur, Trevor Eve.

La historia de chico, tirando a feucho, que se enamora de la más bella del lugar suele ser demasiado recurrente dentro de la comedia romántica juvenil, pero de vez en cuando aparece una cinta que, aun uniendo todos los clichés inherentes a este tipo de producciones, se sale de la norma y resulta especialmente simpática. Eso es lo que ocurre con Ni en sueños.


Uno de los grandes alicientes de la película se halla en su reparto, ya que al estar compuesto por intérpretes relativamente desconocidos, o que (todavía) no se habían quemado participando en multitud de comedias, hace que ésta goce de una frescura especial. De los protagonistas destacaría la obvia belleza y candidez de ella (Alice Eve, a la que más recientemente hemos podido ver en la segunda temporada de Iron Fist) y la torpe verborrea de él (el canadiense Jay Baruchel). De entre el resto de reparto destacaría la presencia de Krysten Ritter, protagonista de la teleserie Jessica Jones (en la que encarna a la superheroína del título), Kyle Bornheimer (el actor con más series fallidas de la historia) y T.J. Miller (Deadpool, Deadpool 2, Silicon Valley).


No importa que los tópicos se acumulen, que su mezcla de ternura y zafiedad (por fortuna predomina lo primero) no termine de cuajar o que algunos personajes queden completamente desdibujados, puesto que Ni en sueños logra lo más importante: que los personajes (sobre todo, claro, nuestra pareja protagonista) caigan en gracia y nos impliquemos en sus historias. Además, su mensaje (quiérete más para que los demás te puedan querer o puedan ver lo que realmente vales), aunque manido, está bien traído.

Lo mejor: Su pareja protagonista y su sencillez.

Lo peor: Ciertas escenas de humor escatológico totalmente innecesarias.

Puntuación: 6/10.

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