domingo, 7 de julio de 2019

Un profeta

Título original: Un prophète. Año: 2009. País: Francia. Género: Drama, Intriga. Director: Jacques Audiard. Guionistas: Jaques Audiard y Thomas Bidegain (adaptando una idea de Abdel Raouf Dafri). Intérpretes: Tahar Rahim, Niels Arestrup, Alaa Oumouzoune, Adel Bencherif, Reda Kateb, Hichem Yacoubi, Jean-Philippe Ricci, Gilles Cohen, Pierre Leccia, Antoine Basler.

Un profeta no es otro drama carcelario que hable sobre injusticias; tampoco un retrato bienintencionado que narre la dura vida en prisión; ni siquiera una historia de redención. No es nada de eso porque en ningún momento (tal vez al principio, pero muy ligeramente) trata de justificar las acciones de sus personajes, de los que realiza un aséptico retrato. Ello provoca un irremediable distanciamiento entre éstos y el espectador, impidiendo así cualquier conexión afectiva.


El protagonista de Un profeta es Malik El Djebena (Tajar Rahim), un joven árabe condenado a seis años de prisión. Allí (en la cárcel, claro) se convertirá en el chico de los recados para los mafiosos corsos. Pero su ambición y falta de escrúpulos le harán medrar rápidamente.


Estamos ante una película impecable a nivel técnico e interpretativo, siendo destacable tanto la labor del director como la de todo su reparto. La del director porque imprime una agilidad (aunque su duración se aproxima a las dos horas y media no se hace pesada) y tono (frío pero sensato) insólitos; la de los actores porque todos, sin excepción, realizan unas interpretaciones terriblemente realistas. Por contra, a lo largo de su metraje aparecen tantos personajes que da la sensación de que algunos entran y salen de la historia sin pena ni gloria. Ello, unido a la imposibilidad de sentir compasión (o algún otro sentimiento positivo) por el protagonista, vendría a ser el gran punto flaco de esta interesante y dura propuesta. Nota: fue nominada al Oscar (y al Globo de Oro) en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

Lo mejor: Es poéticamente cruda.

Lo peor: A veces peca de reiterativa y, sobre todo, incómoda (sirva como ejemplo cierta escena espectacular en la que a uno de los prisioneros acaba desangrándose de forma grotesca).

Puntuación: 7/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario