jueves, 10 de diciembre de 2020

Transamerica

Título original: Transamerica. Año: 2005. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia. Director: Duncan Tucker. Guionista: Duncan Tucker. Intérpretes: Felicity Huffman, Kevin Zegers, Fionnula Flanagan, Graham Greene, Elizabeth Peña, Burt Young.

Hilary Swank (antes de que saltase a la palestra la polémica acerca de si deberían ser exclusivamente los actores y actrices trans los encargados de dar vida en pantalla a los, y las, protagonistas de este tipo de historias) ganó el Oscar por interpretar a un chico atrapado en un cuerpo femenino en Boys Don't Cry, mientras que Felicity Huffman, popular gracias a la serie Mujeres desesperadas (Desperate Housewives), se quedó a las puertas de lograrlo (aunque sí que se hizo con otros premios; un Globo de Oro, por ejemplo) por ponerse en los zapatos de un hombre a punto de operarse para cambiar de sexo. Y ello con el añadido de que, poco antes de someterse a dicha intervención, descubre que tiene un hijo adolescente con problemas (Kevin Zegers).


Ambas cintas, ésta y la de Swank, tienen en común su bajo presupuesto (el de Transamerica rondó el millón de dólares). Y es que el cine independiente parece ser (desde hace tiempo, pero sobre todo durante finales de los noventa y principios de los dos mil) el único interesado en contar historias que se alejan de lo convencional (el miedo a los batacazos en taquilla hace que los grandes estudios no arriesguen; ninguna novedad aquí) pero que suponen para sus protagonistas un importante trampolín con el que demostrar su valía, interpretativamente hablando.


Porque si hay dos cosas que destacan en esta modesta producción son el trabajo de sus intérpretes, con Huffman (y su personaje bombón) a la cabeza, y la historia, por lo que cuenta (es una oda al autodescubrimiento y a la autoaceptación) y por cómo lo cuenta (logra el equilibro casi perfecto entre drama y comedia), ya que, aunque no lo parezca, estamos ante una película de carretera (una road movie de las de toda la vida), de seguro una de las más atrevida (que no redonda) de todas las habidas y por haber.

Lo mejor: Huffman y una historia que evita la (auto)condescendencia.

Lo peor: A veces peca de sencilla (me falta chicha; y no física), que no simple. A ello habría que sumar la poca personalidad de Tucker tras las cámaras (Transamerica no me entra por los ojos y no creo que el problema sea únicamente su bajo presupuesto).

Puntuación: 6,5/10.

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