viernes, 28 de febrero de 2014

Escuela de jóvenes asesinos

Título original: Heathers. Año: 1989. País: Estados Unidos. Género: Comedia Negra. Director: Michael Lehmann. Guionista: Daniel Waters. Intérpretes: Winona Ryder, Christian Slater, Shannen Doherty, Kim Walker, Lisanne Falk, Penelope Milford, Glenn Shadix, Jennifer Rhodes, Patrick Labyorteaux, Lance Fenton, Renée Estevez, Carrie Lynn, Phill Lewis, Bill Cort.

Ciudadano Kane (Citizen Kane) suele encabezar toda lista sobre las mejores películas de la historia, mientras que otras dirigidas por gente tan dispar como Stanley Kubrick, Steven Spielberg, Alfred Hitchcock, Woody Allen, Quentin Tarantino o Francis Ford Coppola son nombradas por los más cinéfilos como sus favoritas. Pero yo no soy un cinéfilo al uso. Yo soy un cinéfilo que siente predilección por las películas juveniles (¡viva John Hughes!) y el humor negro más cáustico y gamberro.


Por eso me gusta Escuela de jóvenes asesinos (¡el traductor se cubrió de gloria!), porque es una cinta de adolescentes con muy mala baba (diré que la trama, simplificándola mucho, gira en torno a una pareja, la interpretada por Winona Ryder y Christian Slater, que se dedica a liquidar a todos aquellos compañeros de clase que les caen mal) y porque servidor se pasó la mitad de los 90 obsesionado con dos de las actrices que participan en la misma: la ya mencionada Ryder y Shannen (it’s Brenda, bitch) Doherty.

 
Me podría pasar horas comentando curiosidades sobre este trabajo, por algo es mi película favorita. Podría señalar que el guionista quería que la dirigiese el mismísimo Kubrick, que los personajes de Winona Ryder y Renée Estevez (hermana de Charlie Sheen y Emilio Estevez) se apellidan Sawyer y Finn respectivamente en homenaje a, claro, Tom Sawyer y Huckleberry Finn o que la larga lista de intérpretes que estuvieron a punto de participar incluye nombres como los de Brad Pitt, Drew Barrymore, Jennifer Connelly, Heather Graham o Justine Bateman. Pero eso es lo de menos. Lo que importa es que estamos ante una de las propuestas más originales, bizarras y arriesgadas que nos ha ofrecido el séptimo arte. Una película de culto que juega con los clichés y funciona como efectivísimo revulsivo. A mí me funcionó. De hecho, lo sigue haciendo.

Lo mejor: Todo. Su guión (repleto de frases memorables), su incorrección política, ese look ochentero llevado hasta el extremo, el elenco de actores en general y Ryder, Slater y Doherty en particular…

Lo peor: No es para todos los públicos (aunque lo cierto es que eso la hace todavía más especial). Además, me temo que hoy en día ningún estudio daría luz verde a una película así.

Puntuación: 10/10.

1 comentario :

  1. Completamente de acuerdo. Tu visión, así como tu valoración, no podría ser más acertada. Toda una obra que merecería ser reconocida por el mundo entero.

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