Título original: Instatiable. Año: 2018 (Temporada 1 de Insatiable). País: Estados Unidos. Género:
Comedia Negra, Drama. Creadora: Lauren Gussis. Intérpretes: Debby Ryan, Dallas
Roberts, Christopher Gorham, Kimmy Shields, Alyssa Milano, Erinn Westbrook,
Michael Provost, Irene Choi, Arden Myrin, Daniel Kang, Sarah Colonna, James
Lastovic, Beverly D’Angelo, Chloe Bridges, Michael Ian Black, Christine Taylor,
Robin Tunney, William Baldwin.
Insatiable, al igual que ocurría
recientemente con Heathers (serie, y
película, a la que ésta lanza algún que otro guiño; aquí
mi crítica del primer capítulo de Heathers;
aquí
la que hice comentando su primera, y de momento única, temporada), llegó
precedida por una tonta polémica que la acusaba de gordofóbica, ya que su trama
giraba, supuestamente, alrededor de una chica con sobrepeso que sufría bullying y que, tras perder muchos kilos
(30, si no recuerdo mal), regresaba cual cisne vengador decidido a plantar cara
a una sociedad que la había martirizado. Y digo lo de supuestamente porque, una
vez vistos los doce capítulos que componen esta primera entrega (a la espera de
una segunda que todavía no ha sido confirmada), he de señalar que la trama no
es exactamente la descrita (sí, la serie ha sido publicitada de manera torticera,
para nuestra desgracia). También quiero dejar claro que todas las críticas que
ha recibido (al margen de su calidad, claro; porque desde ya aviso que estamos
ante un truño de los que hacen historia) me parecen injustas (más aún si
tenemos en cuenta que se hicieron tomando como referencia un tráiler y una
sinopsis no demasiado detallistas) y 100% ridículas.
Pero, hablemos algo
más de la serie y, sobre todo, de sus dos grandes protagonistas. Por un lado
tenemos a Patty (Debby Ryan), una chica humillada por sus compañeros de clase a
causa de su obesidad. Obesidad que desaparece tras un encontronazo con un vagabundo
que acaba con la joven malherida y sin poder comer nada sólido durante meses,
lo que provoca que pierda una importante cantidad de kilos. Por otro está el
amanerado Bob (Dallas Roberts), un ex-coach
de mises (¡!) obligado a dejar su trabajo (ahora ejerce como abogado) tras ser
acusado injustamente de acoso por Regina (Arden Myrin), la madre de una de sus
pupilas, Dixie (Irene Choi). Las vidas de ambos se cruzan cuando la primera tiene
que recurrir al segundo tras ser denunciada por el vagabundo con el que se
peleó. Vidas que seguirán unidas tras decidir ella que va a canalizar su ira
participando en distintos concursos de belleza. Concursos de belleza que podrían
devolver a él la gloria perdida (y hacer desaparecer, ya de paso, esa mala fama
que le persigue). Sarah Colonna y Kimmy Shields interpretan a la madre y a
la mejor amiga, respectivamente, de Patty.
Alyssa Milano, como la mujer de Bob, Christopher
Gorham, como el archienemigo de éste, y Beverly D’Angelo, como ex–mentora, completan el reparto.
Insatiable no es una comedia
negra juvenil (The CW, canal juvenil
por antonomasia, tenía previsto haberla emitido en un principio, pero decidió
pasar de ella y fue Netflix quien
decidió recuperarla). Ni siquiera la catalogaría como serie de institutos (por
mucho que buena parte de su acción se desarrolle allí o tenga como piezas
fundamentales dentro de sus distintas tramas a varios jovenzuelos). Insatiable mezcla drama y comedia sin mucha
fortuna, sentido o gracia. Es una serie que trata de provocar exponiendo, en
tono cómico, distintos problemas (desde las adicciones al alcohol o las drogas
hasta, claro, todo lo que tiene que ver con la apariencia física; temas que
trata desde un prisma satírico que, en ninguno de los casos, termina de
funcionar; bien porque el humor elegido acaba resultando más raruno que otra
cosa; bien porque las incoherencias campan a sus anchas chafando toda posible
crítica o parodia) y dilemas (la identidad sexual o la pérdida de la virginidad,
por ejemplo) que afectan a nuestra sociedad. Pero nada funciona en ella. Todo
está fuera de lugar (el tono, las actuaciones, el guión…). Insatiable es un desastre mayúsculo a todos los niveles.
Lo mejor: Arden Myrin e Irene
Choi, las únicas intérpretes que parecen saber con qué tipo de comedia están lidiando.
También su poco convencional desenlace.
Lo peor: Las actuaciones (Dallas
Roberts emula constantemente a John Ritter; Debby Ryan lleva incorporados todos
esos tics tan molestos vistos en las irritantes series infantiles del Disney Channel), los personajes
(imposible empatizar con ellos; da igual que sean buenos, malos o peores,
ninguno despertó mis simpatías; nuestra protagonista, una mala pécora de tomo y
lomo, se lleva la palma), la trama (dispersa e incoherente), el tono (su mezcla
de humor negro, muy mal presentado, y drama lacrimógeno, metido con calzador,
no funciona), su duración (unos muy descompensados 40 minutos por capítulo) o
el insufrible uso (y abuso) de la voz en off. Insatiable es, y de lejos, la peor serie que hasta el momento nos
ha ofrecido Netflix.
Puntuación: 2/10.
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