viernes, 16 de mayo de 2025

Efecto Delphi (TV)

Título original: Kiss Me Deadly: A Jacob Keane Assignment. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Acción, Intriga. Director: Ron Oliver. Guionistas: Frank Cardea y George Schenck. Intérpretes: Robert Gant, Shannen Doherty, John Rhys-Davis, Nathan Whitaker, Ian Roberts, Fraser Brown, Paul Ellis, Katherine Kennard, Alesandra Mui, Matthew Sunderland.
 
Con unos excelentes títulos de crédito, en los que destacan el recorrido político estadounidense, da comienzo este ligero thriller de espías. Jacob Keane (Robert Gant, Queer as Folk) ha dejado atrás su pasado como espía y ahora se gana la vida como fotógrafo, pero su vida sufre un revés cuando recibe una inesperada llamada de Marta (Shannen Doherty), una antigua compañera cuya memoria parece haber sido borrada. Para complicar más las cosas, la chica está siendo perseguida por un grupo de matones de los que desconoce sus intenciones.
 
 
En realidad el guión no contiene ninguna novedad con respecto a otras películas de temática similar. Es más, se podría decir que cuenta con varios tópicos, pero es capaz de mantener el interés. Además, resulta interesante que un género tan propenso a la hombría mas burda tenga como protagonista a un personaje homosexual, así como la normalidad con que está introducido ello en la historia. Lo mismo se podría decir de la dirección: Ron Oliver demuestra saber mover la cámara, pero peca de no conseguir dar el dinamismo necesario a las escenas de acción, resultando estas demasiado toscas y planas. Dichas escenas dan la extraña sensación de resultar forzadas y falsas, desluciendo el conjunto.
 
 
Los actores cumplen bien su función: Gant demuestra solvencia a la hora de dar vida al héroe de la función y resulta convincente en las escenas de acción; John Rhys-Davies ofrece su experiencia, recordemos que fue, por ejemplo, Gimli en la trilogía de El señor de los anillos (The Lord of the Rings); Ian Roberts su impresionante presencia física (era jugador de rugby); Shannen Doherty resulta creíble en su papel de joven desorientada (a pesar de la horrible peluca que luce buena parte de la película). Al final, lo que nos queda es un producto descafeinado que podría haber dado más de sí (bueno, no si atendemos a su ajustadísimo presupuesto) pero que funciona como pequeño homenaje a las clásicas películas de espías y no tanto como cinta a rebufo de éxitos como los de la saga Bourne, de la que, por otra parte, debería haber imitado su sobresaliente ritmo. Aún y con todo, Efecto Delphi es una atípica producción televisiva, tan limitada como cabría esperar y con un acabado más cercano al del cine europeo que al americano.
 
Lo mejor: Es, así en general, un thriller de espías de lo más decente.
 
Lo peor: Lo estático de sus escenas de acción. Eso y la peluca que le ponen a Doherty.
 
Puntuación: 5,5/10.

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