Título
original: Trainspotting. Año:
1996. País: Reino Unido. Género:
Drama. Director:
Danny Boyle. Guionista: John
Hodge (adaptando la novela de Irvine Welsh). Intérpretes:
Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremmer, Kelly
MacDonald, Kevin McKidd, Peter Mullan, Eileen Nicholas.
Aunque con Tumba
abierta (Shallow Grave) ya se habían dado a conocer, el éxito
de Trainspotting supuso el espaldarazo definitivo para las
carreras de Ewan McGregor y Danny Boyle, actor y director,
respectivamente, de ambos trabajos.
Provista de una agilidad
envidiable (gracias, en parte, a su frenético montaje), la película
narra las desventuras de un grupo de perdedores, adictos y violentos
jóvenes. Del trabajo de Boyle destaca tanto su labor detrás de la
cámara (su ritmo no ofrece respiro alguno al espectador; sé que
nunca jamás se borrarán de mi mente dos escenas: aquella en la que
nuestro protagonista navega en el interior de un retrete y, sobre
todo, la muerte del bebé) como su narrativa (atención a su
particular canto a la desesperanza, tan acorde con el desencanto de
la generación de los noventa). Mención especial merecen su notable
fotografía y su imperecedera banda sonora.
En el apartado
interpretativo sobresalen las actuaciones de Ewan McGregor y Robert
Carlyle, este último dando vida al más violento de los
protagonistas. A pesar de su dureza, Trainspotting obtuvo una
trascendencia inusitada. Ello, unido a las cualidades anteriormente
detalladas, hacen de la misma una obra de referencia dentro del cine
juvenil especializado en retratos marginales (¿lo más parecido a
nuestro cine quinqui?). Nominada a un Oscar, a mejor guión adaptado,
y ganadora de un Bafta (en la misma categoría; también fue nominada
a mejor film británico).
Lo mejor: El
trabajo del director y de los intérpretes.
Lo peor: No
es apta para estómagos sensibles.
Puntuación: 7,5/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario