Título
original: Breakfast at Tiffany’s.
Año:
1961. País: Estados Unidos. Género:
Comedia, Drama, Romance. Director:
Blake Edwards. Guionista: George
Axelrod (adaptando la novela de Truman Capote). Intérpretes:
Audrey Hepburn, George Peppard, Patricia Neal, Martin Balsam, Mickey
Rooney, Buddy Ebsen, John McGiver, José Luis de Vilallonga.
Cuadros, cojines, tazas,
postales… El retrato de Hepburn en Desayuno con diamantes ha
sido inmortalizado en todos clase de objetos imaginables. Tiene
cierta gracia, sobre todo teniendo en cuenta que aunque nominada, la
actriz no llegó a ganar el Oscar por la película, la cual tampoco
fue un gran éxito comercial en su época. Sin embargo, el carisma de
la misma ha ido creciendo con el tiempo hasta llegar a ser uno de los
melodramas clásicos por antonomasia. Un retrato tierno y trágico;
tan conmovedor como encantador. Curiosamente, Audrey Hepburn no fue
la primera actriz a la que se le ofreció el papel: el mismo fue
rechazado por la mismísima Marilyn Monroe. Sin embargo, a estas
alturas, y tras la deliciosa interpretación de Hepburn, sería
imposible imaginarse a otra actriz en el mismo.
Holly
Golightly (Audrey Hepburn), nuestra protagonista, es una joven vivaz
y despreocupada; una especie de cazatesoros (versión light) en busca
de un hombre del que enamorarse y que la saque de su limitado
universo y de su humilde apartamento. En su vida aparecerá una
suerte de versión masculina de sí misma llamado Paul (George
Peppard). Paul, escritor en horas bajas cuya primera novela ha pasado
tristemente desapercibida, también saca tajada de sus encantos para
con las mujeres. Él se queda prendado de ella tras un primer
encuentro y pronto inician una amistad, pero el oscuro pasado de la
joven hará acto de presencia, dificultando que dicha amistad pueda
llegar a ser algo más...
El complejo retrato de la pareja protagonista, menos almibarado y más cínico de lo habitual en este tipo de producciones (véase que ambos personajes viven de sus encantos para con el sexo opuesto, por decirlo de la manera más fina posible), la aleja de productos más típicos y enfocados hacia la comedia romántica. Y ello a pesar de que la novela en la que se basa (la primera de Truman Capote llevada al cine) es incluso bastante más hiriente y dura. A ello habría que sumar un nutrido grupo de secundarios que van desde el huraño señor Yunioshi (Mickey Rooney), que sirve de contrapunto puramente cómico, hasta el estirado José da Silva Pereira (José Luis de Vilallonga), pretendiente de Holly. Desayuno con diamantes es un melodrama cómico con un buen puñado de escenas memorables, una banda sonora inolvidable, una pareja protagonista con enorme química y, claro, con una excepcional Audrey Hepburn en un papel por el que siempre será recordada y admirada.
Lo mejor: Muchas
cosas (véase lo escrito un poco más arriba), pero Hepburn por
encima de todas ellas. Para el recuerdo quedan escenas tan míticas
como aquella en la que Hepburn canta Moon River, la primera escena
con ella desayunando frente a Tiffany's o su desenlace.
Lo peor: Lo
que chirría (sin molestar en demasía) el personaje de Rooney, por
ejemplo y por señalar algo.
Puntuación: 8,5/10.
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