Título original: Sweetbitter. Año: 2019 (Temporada 2 de Sweetbitter). País: Estados Unidos. Género:
Drama. Creadora: Stephanie Danler. Intérpretes: Ella Purnell, Tom
Sturridge, Caitlin FitzGerald, Evan Jonigkeit, Eden Epstein, Jasmine Mathews,
Paul Sparks, Daniyar, Venida Evans, Jimmie Saito, Katerina Tannenbaun, Sandra
Bernhard.
El fondo y la forma
de esta segunda temporada son casi calcados a los vistos
en la anterior. Lo que quiero decir es que, quienes no disfrutaron lo más
mínimo con las primeras aventuras de Tess (Ella Purnell) y sus compañeros de
curro, no lo harán con esta nueva entrega; entrega que se presenta claramente
continuista.
A mí no me importa;
la primera temporada de Sweetbitter me
gustó (era amena y cortita; también me dejaba con la sensación de que no
sucedía gran cosa, es cierto) y ésta contiene las mismas virtudes (una
protagonista con carisma y unas tramas que, dándonos la información con cuentagotas,
se me antojan casi entrañables). Pero sí, también sigue conteniendo aquello que
pudo echar para atrás a los que se acercaron a ella el año pasado: una historia
que avanza con paso lento (quizá más de lo esperado en unos tiempos en los que
la información la queremos ya y a borbotones). Es más, seguimos sin obtener
demasiados datos de los personajes (y sí, es algo que me molesta un poquillo).
Y la cosa tiene aún más guasa, ya que en estos ocho (frente a los seis de la
entrega anterior; la duración sigue siendo, afortunadamente, la misma: 30
minutos) nuevos capítulos conoceremos más de Simone (Caitlin FitzGerald), a la
cual todavía no sé si amo u odio (aunque me decanto más por lo segundo), que de
nuestra propia protagonista, Tess. Aunque lo que realmente más me molesta es la
poca cancha que se da al resto de secundarios. Y no, no me vale que, por ejemplo,
a la díscola Heather (Jasmine Mathews), personaje casi ninguneado la temporada
anterior, le busquen una especie de ligue o que a Will (Evan Jonigkeit) le
propongan varios cambios que amenazan con tambalear su imagen de niño
bien/dulce. Eso sí, las actuaciones siguen siendo de lo más coquetas.
Estamos, en
definitiva, ante una temporada que gustará a aquellos que disfrutaron con la
primera, ya que mantiene las mismas virtudes y defectos. Lo más positivo que
puedo decir de Sweetbitter es que
nos deja con ganas de más. Gran acierto el mantener la duración de los
capítulos y las temporadas tan ajustadas.
Lo mejor: Mantiene sus virtudes.
Me sorprende sobremanera que, a pesar de su tono decididamente amable, la serie
no muestre reacción alguna (ni a favor ni en contra, lo cual es toda una rareza
que aplaudo) ante las decisiones de sus personajes, los cuales, por ejemplo, se
drogan con naturalidad, y varias veces, ante nuestros ojos.
Lo peor: Si no te ha gustado la
temporada anterior, tampoco ésta te va a entusiasmar. También que sucedan más
cosas en el último capítulo que en los otros siete capítulos que la componen.
Puntuación: 6/10.
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