Título original: Mi
vida sin mí / My Life Without Me. Año: 2003. País:
España. Género: Drama, Romance. Directora: Isabel
Coixet. Guionista: Isabel Coixet (adaptando un cuento de Nanci
Kincaid). Intérpretes:
Sarah Polley, Scott Speedman, Mark Ruffalo, Amanda Plummer, Leonor
Watling, Deborah Harry, Maria de Medeiros, Alfred Molina.
Cosas
que nunca te dije (Things I Never Told You) se
convirtió, desde la primera vez que la vi, en una de mis películas
favoritas. A partir de entonces he seguido con especial interés la
carrera de su directora (una Coixet a la que sus detractores
ridiculizan argumentando que su cine peca de ñoño o cándido,
aunque a mí me parece que su trabajo destaca por bello, poético y
sensible). Y es que a fecha de hoy, y aunque su carrera contenga
distintos altibajos, nos ha ofrecido otro par de pequeñas joyas: La
vida secreta de las palabras (The Secret Life of
Words) y la cinta que nos ocupa.
La protagonista de Mi
vida sin mí es una mujer, Ann (Sarah Polley), que descubre con
horror que le queda muy poco tiempo de vida. Por ello decide
aprovecharlo al máximo y hacer todo aquello que no pudo o no se
atrevió en su día (sí, prefiero no desvelar demasiado más).
Pero
que su argumento no nos lleve a engaño, no estamos ante la típica
película con enfermo terminal, llena de lugares comunes y decidida a
usar mil y una trampas cuya única finalidad consiste en tocarnos la
fibra sensible a cualquier precio. No, Coixet es mucho más
inteligente que todo eso y consigue emocionar sin caer en falsas
moralinas (de hecho, algunas acciones de nuestra protagonista pueden
resultan algo reprochables o poco éticas). Atención asimismo
merecen los actores, especialmente una impecable Polley, pero sin
olvidarnos de presencias importantes como las de Mark Ruffalo (el
Hulk del UCM), la portuguesa Maria de Medeiros o la cantante
(Blondie) y actriz ocasional Deborah Harry. Mi vida sin mí es
una maravillosa película que nunca me cansaré de recomendar; una
película que cuenta con un buen puñado de momentos memorables
(véase, sin ir más lejos, cada una de las secuencias en las que Ann
graba cintas a sus hijas), pero hay una secuencia que destaca por
encima del resto: la protagoniza la enfermera a la que da vida la
actriz Leonor Watling (tan encantadora como siempre), quien nos narra
la trágica historia de unos siameses. De seguro una de las mejores
escenas escritas por Coixet. Nota:
Mi vida sin mí se hizo con dos
premios Goya, los de guión adaptado y canción.
Lo mejor: La
sensibilidad de la historia.
Lo peor: Que dicha
sensibilidad sea (mal) confundida con ñoñería.
Puntuación: 8,5/10.
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