domingo, 28 de febrero de 2021

Mi vida sin mí

Título original: Mi vida sin mí / My Life Without Me. Año: 2003. País: España. Género: Drama, Romance. Directora: Isabel Coixet. Guionista: Isabel Coixet (adaptando un cuento de Nanci Kincaid). Intérpretes: Sarah Polley, Scott Speedman, Mark Ruffalo, Amanda Plummer, Leonor Watling, Deborah Harry, Maria de Medeiros, Alfred Molina.

Cosas que nunca te dije (Things I Never Told You) se convirtió, desde la primera vez que la vi, en una de mis películas favoritas. A partir de entonces he seguido con especial interés la carrera de su directora (una Coixet a la que sus detractores ridiculizan argumentando que su cine peca de ñoño o cándido, aunque a mí me parece que su trabajo destaca por bello, poético y sensible). Y es que a fecha de hoy, y aunque su carrera contenga distintos altibajos, nos ha ofrecido otro par de pequeñas joyas: La vida secreta de las palabras (The Secret Life of Words) y la cinta que nos ocupa. 


La protagonista de Mi vida sin mí es una mujer, Ann (Sarah Polley), que descubre con horror que le queda muy poco tiempo de vida. Por ello decide aprovecharlo al máximo y hacer todo aquello que no pudo o no se atrevió en su día (sí, prefiero no desvelar demasiado más).


Pero que su argumento no nos lleve a engaño, no estamos ante la típica película con enfermo terminal, llena de lugares comunes y decidida a usar mil y una trampas cuya única finalidad consiste en tocarnos la fibra sensible a cualquier precio. No, Coixet es mucho más inteligente que todo eso y consigue emocionar sin caer en falsas moralinas (de hecho, algunas acciones de nuestra protagonista pueden resultan algo reprochables o poco éticas). Atención asimismo merecen los actores, especialmente una impecable Polley, pero sin olvidarnos de presencias importantes como las de Mark Ruffalo (el Hulk del UCM), la portuguesa Maria de Medeiros o la cantante (Blondie) y actriz ocasional Deborah Harry. Mi vida sin mí es una maravillosa película que nunca me cansaré de recomendar; una película que cuenta con un buen puñado de momentos memorables (véase, sin ir más lejos, cada una de las secuencias en las que Ann graba cintas a sus hijas), pero hay una secuencia que destaca por encima del resto: la protagoniza la enfermera a la que da vida la actriz Leonor Watling (tan encantadora como siempre), quien nos narra la trágica historia de unos siameses. De seguro una de las mejores escenas escritas por Coixet. Nota: Mi vida sin mí se hizo con dos premios Goya, los de guión adaptado y canción.

Lo mejor: La sensibilidad de la historia.

Lo peor: Que dicha sensibilidad sea (mal) confundida con ñoñería.

Puntuación: 8,5/10.

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