Título
original: Legally Blonde. Año:
2001. País: Estados Unidos. Género: Comedia.
Director: Robert Luketic. Guionistas:
Karen McCullah Lutz y Kirsten Smith
(adaptando la novela de Amanda Brown). Intérpretes:
Reese Witherspoon, Luke Wilson, Selma Blair, Matthew Davis, Jennifer
Coolidge, Raquel Welch, Victor Garber, Holland Taylor, Ali Larter,
Linda Cardellini.
De Marilyn Monroe a
Goldie Hawn (su hija, Kate Hudson, recogió el testigo con desigual
fortuna), pasando por Doris Day, el séptimo arte ha contado desde
siempre con un buen plantel de rubias ingenuas (que no tontas). El
enorme éxito de la película que nos ocupa hizo que Reese
Witherspoon se incorporase de inmediato a dicha lista. Y es que la
actriz es, además, lo mejor de tan irregular producción.
La
actriz interpreta a Elle Woods, una joven risueña cuyo mundo (¿de
Mattel?) se viene abajo cuando su novio (Matthew Davis) decide
abandonarla por alguien supuestamente más inteligente (Selma Blair).
Pero Elle no se da por vencida e ingresa en Harvard con la intención
de estudiar, al igual que su ex, derecho.
Una rubia muy
legal ofrece exactamente lo que se espera de ella: hora y media
de comedia descerebrada (que no vulgar) al servicio de su
protagonista y con un guión (plagado de lugares comunes y momentos
autocomplacientes que sólo buscan la empatía para con el personaje
de Witherspoon) cuya originalidad brilla por su ausencia.
Lo mejor: Witherspoon.
Lo peor: Adoro
a Selma Blair y creo que aquí está bastante desaprovechada (todo el
reparto, y a excepción de, claro, Witherspoon, lo está).
Puntuación: 4,5/10.
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