domingo, 4 de octubre de 2015

Sensación de vivir (Serie TV)

Título original: Beverly Hills, 90210. Años: 1990-2000 (10 Temporadas). País: Estados Unidos. Género: Drama. Creadores: Darren Star y Aaron Spelling. Intérpretes: Jason Priestley, Shannen Doherty, Luke Perry, Jennie Garth, Ian Ziering, Gabrielle Carteris, Brian Austin Green, Tori Spelling, Carol Potter, James Eckhouse, Tiffani Thiessen, Joe E. Tata, Kathleen Robertson, Lindsay Price, Vincent Young, Daniel Cosgrove, Vanessa Marcil, Jamie Walters, Douglas Emerson, Dina Meyer, Rebecca Gayheart, Hilary Swank.

Hoy se cumplen 25 años del estreno de esta mítica (gustará o no, pero fue pionera en aquello de mostrar los problemas de la juventud desde su punto de vista y su impacto en la cultura popular es INNEGABLE) serie en Estados Unidos. El argumento era bien sencillo y seguía las idas y venidas dos mellizos, Brandon (Jason Priestley) y Brenda (Shannen Doherty), que se trasladan, junto a sus padres (Carol Potter y James Eckhouse), desde la fría Minnesota hasta el soleado y exclusivo barrio de Beverly Hills en California. Allí vivirán toda suerte de aventuras y desventuras junto a sus nuevos amigos: Kelly (Jennie Garth), amienemiga de Brenda; Dylan (Luke Perry), el chico malo del lugar, y cuyo amor se acababan disputando Brenda y Kelly en el que sería el triángulo amoroso más famoso de la televisión de los 90; Andrea (Gabrielle Carteris), la empollona más repelente del instituto; Steve (Ian Ziering), ex de Kelly y engreído como pocos; David (Brian Austin Green), el novato que trata de hacerse un hueco entre los chicos populares; y la tontorrona y virginal Donna (Tori Spelling, hijísima del famoso productor televisivo Aaron Spelling). 


La primera temporada se centraba casi exclusivamente en los problemas de Brandon y Brenda y no tuvo demasiada repercusión (¡estuvo a punto de ser cancelada!). Sin embargo, la segunda se comenzó a emitir en pleno verano (lo “normal”/habitual es que una serie de estas características comience entre septiembre y octubre) y el boom no tardó en estallar (sí, hubo una época en la que Doherty y compañía acaparaban las portadas de TODAS las revistas habidas y por haber; famosa es la historia que contaba el enfado monumental del resto del reparto cuando la ya mencionada Doherty, junto a Luke Perry y Jason Priestley, protagonizó una de las portadas de Rolling Stone). El resto, como se suele decir, es historia. Historia de la pequeña pantalla. La serie acabaría convertida en la gran abanderada de su joven canal (Fox) junto a otras tan populares (e irreverentes) como Los Simpsons (The Simpsons) o Matrimonio con hijos (Married with Children).


Pero volvamos a Beverly Hills. Volvamos a Sensación de vivir. Volvamos a los problemas que se sucedían tanto dentro (el ya mencionado triángulo amoroso, embarazos no deseados, violaciones, los coqueteos de Brandon con las drogas, el alcohol y las faldas o de Steve con la ley…) como fuera del plató. Y es que el rodaje de la misma, al menos si atendemos a la presa más amarillista y a las diferencias biografías escritas por sus protagonistas (Priestley tachaba de Diva a Doherty en la suya para, posteriormente, declararle su cariño vía Twitter…), era todo un hervidero. Muy comentada fue la marcha de Doherty al final de la cuarta temporada. Su fama de díscola, labrada a golpe de tabloide, parece que la va a perseguir de por vida (¿la redimirá su ferviente activismo a favor de los derechos de los animales en general y de los delfines en particular?). Tiffani Amber Thiessen, de Salvados por la campana (Saved by the Bell), llegó para sustituirla, pero la serie perdía a su personaje más potente (y carismático) y eso se acabó notando (¡casi siete millones de espectadores se apearon!). Sensación de vivir no sólo pasó a convertirse en otro culebrón juvenil, sino que perdió interés a raudales. Otros actores seguirían los pasos de Shannen (Gabrielle Carteris dejaba la serie al final de la quinta temporada y sólo volvería de forma ocasional, mientras que los dos protagonistas masculinos harían lo propio más adelante; si bien, Perry acabaría volviendo al redil al 100%  tras la marcha de Priestley).


La archifamosa serie de Spelling también generó un spin off de éxito: Melrose Place. El personaje de Grant Show servía de nexo de unión (interpretó a uno de los múltiples intereses amorosos de Kelly) entre la serie de los chicos de Beverly Hills y la “más adulta” Melrose Place. A esta última, curiosamente, le pasó lo mismo que a su prima-hermana: a punto estuvo de ser cancelada durante su primera temporada. Menos mal que llegó Heather Locklear a poner los puntos sobre la íes. Bueno, ella y toda una serie de guionistas capaces de idear las tramas más marcianas y delirantes imaginables. Melrose Place se mantuvo en antena durante siete temporadas, tres menos que Sensación de vivir. Y es que aunque la serie sufrió (y mucho) la desaparición de Brenda, supo mantener a cierta audiencia y prolongarse hasta las DIEZ temporadas. También cabría señalar la aparición, en 2009, de una especie de continuación/reboot en el que participaron muy brevemente Jennie Garth, Shannen Doherty y Tori Spelling. Como curiosidad señalar que Jason Priestley dirigió algunos episodios. Esta nueva serie se emitiría durante cinco años sin lograr el megaéxito de su predecesora.


Siguiendo con más curiosidades, me gustaría recordar el paso efímero (durante la octava temporada) de Hilary Swank, quien tras ser despedida de la serie (y tras haber protagonizado bodrios como la versión femenina de Karate Kid) acabó engrosando la selecta lista de actrices galardonadas con el Oscar. De momento ha ganado dos, el primero por Boys Don’t Cry y el segundo por Million Dollar Baby. Es cierto que la serie no ha envejecido todo lo bien que debiera, que la mayoría de las interpretaciones (menos mal que allí estaba Shannen para subir un poco el nivel) dejaban mucho que desear y que pecaba de bienintencionada (sobre todo en sus inicios), pero también nos ha regalado grandes momentos a toda una generación que quedamos marcados por el Losing My Religion que sonaba en el coche de Dylan cuando Brenda rompía con él. Amada y odiada casi a partes iguales, Sensación de vivir forma parte, por derecho propio, de la historia de la televisión.

Lo mejor: ¡Brenda! ¡Brenda! ¡Brenda!

Lo peor: Se fue Brenda y la serie se convirtió en otra soap opera más.

Puntuación: 7,5/10 (con Shannen); 3,5/10 (sin Shannen).

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