Título original: Beverly Hills, 90210. Años: 1990-2000 (10 Temporadas). País: Estados Unidos. Género: Drama. Creadores:
Darren Star y Aaron Spelling. Intérpretes: Jason
Priestley, Shannen Doherty, Luke Perry, Jennie Garth, Ian Ziering, Gabrielle
Carteris, Brian Austin Green, Tori Spelling, Carol Potter, James Eckhouse,
Tiffani Thiessen, Joe E. Tata, Kathleen Robertson, Lindsay Price, Vincent
Young, Daniel Cosgrove, Vanessa Marcil, Jamie Walters, Douglas Emerson, Dina
Meyer, Rebecca Gayheart, Hilary Swank.
Hoy se cumplen 25 años del
estreno de esta mítica (gustará o no, pero fue pionera en aquello de mostrar
los problemas de la juventud desde su punto de vista y su impacto en la cultura
popular es INNEGABLE) serie en Estados Unidos. El argumento era bien sencillo y
seguía las idas y venidas dos mellizos, Brandon (Jason Priestley) y Brenda
(Shannen Doherty), que se trasladan, junto a sus padres (Carol Potter y James
Eckhouse), desde la fría Minnesota hasta el soleado y exclusivo barrio de Beverly
Hills en California. Allí vivirán toda suerte de aventuras y desventuras junto
a sus nuevos amigos: Kelly (Jennie Garth), amienemiga de Brenda; Dylan (Luke
Perry), el chico malo del lugar, y cuyo amor se acababan disputando Brenda y
Kelly en el que sería el triángulo amoroso más famoso de la televisión de los
90; Andrea (Gabrielle Carteris), la empollona más repelente del instituto;
Steve (Ian Ziering), ex de Kelly y engreído como pocos; David (Brian Austin
Green), el novato que trata de hacerse un hueco entre los chicos populares; y
la tontorrona y virginal Donna (Tori Spelling, hijísima del famoso productor
televisivo Aaron Spelling).
La primera temporada se centraba
casi exclusivamente en los problemas de Brandon y Brenda y no tuvo demasiada
repercusión (¡estuvo a punto de ser cancelada!). Sin embargo, la segunda se
comenzó a emitir en pleno verano (lo “normal”/habitual es que una serie de
estas características comience entre septiembre y octubre) y el boom no tardó
en estallar (sí, hubo una época en la que Doherty y compañía acaparaban las
portadas de TODAS las revistas habidas y por haber; famosa es la historia que
contaba el enfado monumental del resto del reparto cuando la ya mencionada
Doherty, junto a Luke Perry y Jason Priestley, protagonizó una de las portadas
de Rolling Stone). El resto, como se
suele decir, es historia. Historia de la pequeña pantalla. La serie acabaría
convertida en la gran abanderada de su joven canal (Fox) junto a otras tan populares (e irreverentes) como Los Simpsons (The Simpsons) o Matrimonio con hijos (Married with
Children).
Pero volvamos a Beverly Hills.
Volvamos a Sensación de vivir.
Volvamos a los problemas que se sucedían tanto dentro (el ya mencionado
triángulo amoroso, embarazos no deseados, violaciones, los coqueteos de Brandon
con las drogas, el alcohol y las faldas o de Steve con la ley…) como fuera del
plató. Y es que el rodaje de la misma, al menos si atendemos a la presa más
amarillista y a las diferencias biografías escritas por sus protagonistas
(Priestley tachaba de Diva a Doherty en la suya para, posteriormente,
declararle su cariño vía Twitter…), era
todo un hervidero. Muy comentada fue la marcha de Doherty al final de la cuarta
temporada. Su fama de díscola, labrada a golpe de tabloide, parece que la va a
perseguir de por vida (¿la redimirá su ferviente activismo a favor de los
derechos de los animales en general y de los delfines en particular?). Tiffani Amber
Thiessen, de Salvados por la campana
(Saved by the Bell), llegó para sustituirla, pero la serie perdía a su
personaje más potente (y carismático) y eso se acabó notando (¡casi siete
millones de espectadores se apearon!). Sensación
de vivir no sólo pasó a convertirse en otro culebrón juvenil, sino que
perdió interés a raudales. Otros actores seguirían los pasos de Shannen
(Gabrielle Carteris dejaba la serie al final de la quinta temporada y sólo
volvería de forma ocasional, mientras que los dos protagonistas masculinos
harían lo propio más adelante; si bien, Perry acabaría volviendo al redil al
100% tras la marcha de Priestley).
La archifamosa serie de Spelling
también generó un spin off de éxito: Melrose Place. El personaje de Grant
Show servía de nexo de unión (interpretó a uno de los múltiples intereses
amorosos de Kelly) entre la serie de los chicos de Beverly Hills y la “más
adulta” Melrose Place. A esta
última, curiosamente, le pasó lo mismo que a su prima-hermana: a punto estuvo
de ser cancelada durante su primera temporada. Menos mal que llegó Heather
Locklear a poner los puntos sobre la íes. Bueno, ella y toda una serie de
guionistas capaces de idear las tramas más marcianas y delirantes imaginables. Melrose Place se mantuvo en antena
durante siete temporadas, tres menos que Sensación
de vivir. Y es que aunque la serie sufrió (y mucho) la desaparición de
Brenda, supo mantener a cierta audiencia y prolongarse hasta las DIEZ
temporadas. También cabría señalar la aparición, en 2009, de una especie de
continuación/reboot en el que
participaron muy brevemente Jennie Garth, Shannen Doherty y Tori Spelling. Como
curiosidad señalar que Jason Priestley dirigió algunos episodios. Esta nueva
serie se emitiría durante cinco años sin lograr el megaéxito de su predecesora.
Siguiendo con más curiosidades,
me gustaría recordar el paso efímero (durante la octava temporada) de Hilary
Swank, quien tras ser despedida de la serie (y tras haber protagonizado bodrios
como la versión femenina de Karate Kid)
acabó engrosando la selecta lista de actrices galardonadas con el Oscar. De
momento ha ganado dos, el primero por Boys
Don’t Cry y el segundo por Million
Dollar Baby. Es cierto que la serie no ha envejecido todo lo bien que
debiera, que la mayoría de las interpretaciones (menos mal que allí estaba
Shannen para subir un poco el nivel) dejaban mucho que desear y que pecaba de
bienintencionada (sobre todo en sus inicios), pero también nos ha regalado
grandes momentos a toda una generación que quedamos marcados por el Losing My Religion que sonaba en el
coche de Dylan cuando Brenda rompía con él. Amada y odiada casi
a partes iguales, Sensación de vivir
forma parte, por derecho propio, de la historia de la televisión.
Lo mejor: ¡Brenda! ¡Brenda! ¡Brenda!
Lo peor: Se fue Brenda y la serie se convirtió en otra soap opera más.
Puntuación: 7,5/10 (con Shannen); 3,5/10 (sin Shannen).
Melrose Place!!!
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