miércoles, 16 de octubre de 2019

Amaia: Pero no pasa nada


¿Yo hablando de alguien surgido de O.T.? Y, además, ¿hablando bien del trabajo de esa persona? ¿Pero qué clase de broma es ésta? Ninguna en realidad. Reconozco mi extrema animadversión hacia todos esos talent shows, del mismo modo que sé reconocer lo que me gusta. Y Amaia me gusta. Me gustan buena parte de sus referencias musicales (que el productor de este disco sea Santiago Barrionuevo, aka Santiago “Motorizado”, de Él mató a un policía motorizado, ya dice mucho a su favor). Me gusta (con reservas) el disco que ha hecho. Sí, me gusta alguien de O.T., pero no pasa nada (frase que la propia Amaia, en su afán por quitar hierro a cualquier cosa, dice mucho; así nos lo ha hecho saber en las múltiples entrevistas que ha realizado promocionando el disco; ¡con la de vueltas que le doy yo a cualquier nimiedad!).


Amaia se lo ha tomado con calma. Es algo que vamos a leer una y otra vez durante la presentación del disco (o en todas las críticas hacia el mismo). En realidad no debería sorprender tanto que alguien (y encima primerizo) se lo quiera tomar con calma, sopesando sus múltiples posibilidades (Refree parecía destinado a ser el productor principal; el primer nuevo tema presentado por Amaia, el estupendo y breve Un nuevo lugar, llevaba su firma; sin embargo, dicha canción no ha acabado apareciendo en Pero no pasa nada y Refree ha dejado paso en la producción principal al ya nombrado Santiago Barrionuevo). A muchos les ha sorprendido sobremanera dicha tardanza al tener en cuenta que Pero no pasa nada sólo tiene diez cortes. Diez cortes en los que el primero, Última vez, se compone de únicamente un par de frases (“el avión se va a caer / tú serás mi última vez”) y el último, Porque apareciste (de lejos el más diferente, en cuanto a letra y producción, del conjunto), está compuesto en exclusividad por Núria Graham (nota: Amaia aparece como autora de tres temas y co-autora de seis). Pero claro, lo bueno se hace esperar. O eso dicen.


Ya el primer corte oficial (el primero de los que finalmente aparecieron en el disco; el segundo si tenemos en cuenta Un nuevo lugar), El relámpago (quizá la mejor producida del disco; ¡atención a su épico desenlace!), dejaba claras las intenciones de Amaia de acercarse al pop español más clásico y no a todos esos sonidos urbanos que han abrazado con celeridad buena parte de sus ex–compañeros. Como muchos ya han apuntado al hablar del disco, Pero no pasa nada nos recuerda al denominado Donosti Sound. Algo que parece confirmarnos la propia artista, quien ha declarado influencias de grupos como La oreja de Van Gogh al mismo tiempo que señalaba estar escuchando mucho últimamente tanto a La buena vida (¡bravo!) como a La Bien Querida (¡más bravo!), con quien desea colaborar (ambas han mostrado su interés en hacerlo; ¡y yo que me alegro!). Servidor se suma a la larga lista de críticos (sic) que ven mucha influencia (¿involuntaria?; recordemos que ella ha dicho que los ha estado escuchando mucho… últimamente) de estos dos últimos en Pero no pasa nada. Señalemos que a El relámpago le siguieron canciones como Nadie podría hacerlo (preciosa y sincera balada en la que el piano goza de gran protagonismo y que funcionaba como Cara B de la susodicha El relámpago), Quedará en nuestra mente (la favorita del que esto escribe; ¡me encanta su último tramo!) y Quiero que vengas, título en el que Amaia se luce a nivel vocal y que cuenta con un videoclip, repleto de referencias (y rodado en su Navarra natal), de lo más interesante.


Conjuntamente a las críticas por la tardanza en su publicación se sumaban, prácticamente desde el minuto uno, las correspondientes a sus letras. Y es que en Pero no pasa nada priman las composiciones sencillas (que no siempre simples) en las que el positivismo (“me gusta el mundo pero tú un poco más”, canta en Nuevo verano) y la añoranza (“te despides con la mano / finges que esto no hace daño”, continúa diciendo en dicho tema) juegan un papel importantísimo. Que sí, que algunas pueden parecer un poco tontorronas e incluso ñoñas, pero tengamos en cuenta dos cosas: 1) es el primer disco de una chica de 20 años (como se ha dedicado a apuntalar la navarra, por si alguien no se había dado cuenta) y 2) muchos de los que estamos hablando de él somos unos pollasviejas viejunos ya de vuelta de todo (servidor no es muy partidario de ese “buenrrollismo” que destila el disco, pero, nuevamente, no pasa nada). “No me interesa que vengas aquí / yo sólo quiero esta noche dormir / la verdad es que no entiendo que esperas de mí”, afirma en Un día perdido; y todo queda dicho. “Promesas que ya se rompieron / el recuerdo de un plan que nunca viviremos”, canta en Todos estos años y a servidor no le queda otra opción que la de derrumbarse/desarmarse, por mucho que luego nos venga con aquello de “quiero imprimir todas tus fotos / quiero imprimir todos estos años / quiero imprimir hasta lo imposible / porque yo quiero imprimirte a ti y que estés aquí”. Pero no pasa nada es un trabajo en el que priman los medios tiempos; las baladas intimistas (no nos equivoquemos, no es un álbum lineal). Un disco que se beneficia de la notable producción de Santiago Barrionuevo y de una artista que parece más interesada en seguir sus gustos que las modas imperantes (por mucho que diga ser fan de Bad Bunny). Y eso es una muy buena noticia para el panorama musical nacional.

Lo mejor: Sé que no es mucho decir, pero estamos ante el mejor (¡a años luz del resto!) de los discos presentados jamás por alguien salido de tan popular concurso televisivo. Temas como El relámpago, Quedará en nuestra mente, Quiero que vengas o Todos estos años. ¡Y qué chula es la portada! Se nota el cariño (o más bien la dedicación) detrás de este proyecto. Sí, tenía que decirlo.

Lo peor: He de confesar que su primera escucha (y a pesar de que todas las canciones ya presentadas me habían gustado casi de manera instantánea)  me dejó un tanto frío (iba a poner indiferente, pero no sería nada justo). Del mismo modo, he de afirmar que gana muchos enteros con cada nueva escucha, hasta el punto de hacer que me salte los singles y vaya directamente a los nuevos. Algo que no todos los artistas consiguen que haga.

Puntuación: 7,5/10.

2 comentarios :

  1. Maravillosa también "Cuando estés triste".
    En mi opinión, Amaia lo ha hecho genial, a su ritmo y siendo fiel a si misma. El resultado es calidad y verdad.

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  2. Una critica muy acertada. El disco hay que escucharlo en su conjunto. Mejora con las escuchas, y amaia se supera en los directos lo que dice mucho de una artista tan joven.

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