¿Yo hablando de
alguien surgido de O.T.? Y, además,
¿hablando bien del trabajo de esa persona? ¿Pero qué clase de broma es ésta?
Ninguna en realidad. Reconozco mi extrema animadversión hacia todos esos talent shows, del mismo modo que sé
reconocer lo que me gusta. Y Amaia me gusta. Me gustan buena parte de sus
referencias musicales (que el productor de este disco sea Santiago Barrionuevo,
aka Santiago “Motorizado”, de Él mató
a un policía motorizado, ya dice mucho a su favor). Me gusta (con reservas) el
disco que ha hecho. Sí, me gusta alguien de O.T., pero no pasa nada (frase que la propia Amaia, en su afán por
quitar hierro a cualquier cosa, dice mucho; así nos lo ha hecho saber en las
múltiples entrevistas que ha realizado promocionando el disco; ¡con la de
vueltas que le doy yo a cualquier nimiedad!).
Amaia se lo ha tomado con calma. Es algo que vamos a leer una y otra vez
durante la presentación del disco (o en todas las críticas hacia el mismo). En
realidad no debería sorprender tanto que alguien (y encima primerizo) se lo
quiera tomar con calma, sopesando sus múltiples posibilidades (Refree parecía
destinado a ser el productor principal; el primer nuevo tema presentado por
Amaia, el estupendo y breve Un nuevo lugar,
llevaba su firma; sin embargo, dicha canción no ha acabado apareciendo en Pero no pasa nada y Refree ha dejado
paso en la producción principal al ya nombrado Santiago Barrionuevo). A muchos
les ha sorprendido sobremanera dicha tardanza al tener en cuenta que Pero no pasa nada sólo tiene diez
cortes. Diez cortes en los que el primero, Última vez, se
compone de únicamente un par de frases (“el avión se va a caer / tú serás mi
última vez”) y el último, Porque apareciste (de
lejos el más diferente, en cuanto a letra y producción, del conjunto), está
compuesto en exclusividad por Núria Graham (nota: Amaia aparece como autora de
tres temas y co-autora de seis). Pero claro, lo bueno se hace esperar. O eso
dicen.
Ya el primer corte oficial (el primero de los que finalmente
aparecieron en el disco; el segundo si tenemos en cuenta Un nuevo lugar), El
relámpago (quizá la mejor producida del disco; ¡atención a su épico
desenlace!), dejaba claras las intenciones de Amaia de acercarse al pop español
más clásico y no a todos esos sonidos urbanos que han abrazado con celeridad
buena parte de sus ex–compañeros. Como muchos ya han apuntado al hablar del
disco, Pero no pasa nada nos
recuerda al denominado Donosti Sound.
Algo que parece confirmarnos la propia artista, quien ha declarado influencias
de grupos como La oreja de Van Gogh al mismo tiempo que señalaba estar
escuchando mucho últimamente tanto a La buena vida (¡bravo!) como a La Bien
Querida (¡más bravo!), con quien desea colaborar (ambas han mostrado su interés
en hacerlo; ¡y yo que me alegro!). Servidor se suma a la larga lista de críticos
(sic) que ven mucha influencia (¿involuntaria?; recordemos que ella ha dicho
que los ha estado escuchando mucho… últimamente) de estos dos últimos en Pero no pasa nada. Señalemos que a El relámpago le siguieron canciones
como Nadie podría hacerlo
(preciosa y sincera balada en la que el piano goza de gran protagonismo y que
funcionaba como Cara B de la susodicha El
relámpago), Quedará en nuestra mente
(la favorita del que esto escribe; ¡me encanta su último tramo!) y Quiero que vengas, título en el que
Amaia se luce a nivel vocal y que cuenta con un videoclip, repleto de referencias
(y rodado en su Navarra natal), de lo más interesante.
Conjuntamente a las críticas por la tardanza en su publicación se
sumaban, prácticamente desde el minuto uno, las correspondientes a sus letras.
Y es que en Pero no pasa nada priman
las composiciones sencillas (que no siempre simples) en las que el positivismo
(“me gusta el mundo pero tú un poco más”, canta en Nuevo verano)
y la añoranza (“te despides con la mano / finges que esto no hace daño”,
continúa diciendo en dicho tema) juegan un papel importantísimo. Que sí, que
algunas pueden parecer un poco tontorronas e incluso ñoñas, pero tengamos en
cuenta dos cosas: 1) es el primer disco de una chica de 20 años (como se ha
dedicado a apuntalar la navarra, por si alguien no se había dado cuenta) y 2) muchos
de los que estamos hablando de él somos unos pollasviejas viejunos ya de
vuelta de todo (servidor no es muy partidario de ese “buenrrollismo” que
destila el disco, pero, nuevamente, no pasa nada). “No me interesa que vengas
aquí / yo sólo quiero esta noche dormir / la verdad es que no entiendo que
esperas de mí”, afirma en Un día perdido; y todo
queda dicho. “Promesas que ya se rompieron / el recuerdo de un plan que nunca
viviremos”, canta en Todos estos años y a
servidor no le queda otra opción que la de derrumbarse/desarmarse, por mucho
que luego nos venga con aquello de “quiero imprimir todas tus fotos / quiero
imprimir todos estos años / quiero imprimir hasta lo imposible / porque yo
quiero imprimirte a ti y que estés aquí”. Pero
no pasa nada es un trabajo en el que priman los medios tiempos; las baladas
intimistas (no nos equivoquemos, no es un álbum lineal). Un disco que se
beneficia de la notable producción de Santiago Barrionuevo y de una artista que
parece más interesada en seguir sus gustos que las modas imperantes (por mucho
que diga ser fan de Bad Bunny). Y eso es una muy buena noticia para el panorama
musical nacional.
Lo mejor: Sé que no es mucho
decir, pero estamos ante el mejor (¡a años luz del resto!) de los discos
presentados jamás por alguien salido de tan popular concurso televisivo. Temas
como El relámpago, Quedará en nuestra mente, Quiero que vengas o Todos estos años. ¡Y qué chula es la
portada! Se nota el cariño (o más bien la dedicación) detrás de este proyecto. Sí,
tenía que decirlo.
Lo peor: He de confesar que su
primera escucha (y a pesar de que todas las canciones ya presentadas me habían
gustado casi de manera instantánea) me
dejó un tanto frío (iba a poner indiferente, pero no sería nada justo). Del
mismo modo, he de afirmar que gana muchos enteros con cada nueva escucha, hasta
el punto de hacer que me salte los singles y vaya directamente a los nuevos.
Algo que no todos los artistas consiguen que haga.
Puntuación: 7,5/10.
Maravillosa también "Cuando estés triste".
ResponderEliminarEn mi opinión, Amaia lo ha hecho genial, a su ritmo y siendo fiel a si misma. El resultado es calidad y verdad.
Una critica muy acertada. El disco hay que escucharlo en su conjunto. Mejora con las escuchas, y amaia se supera en los directos lo que dice mucho de una artista tan joven.
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