Título original: American Sniper. Año: 2014. País: Estados
Unidos. Género: Bélico. Director: Clint Eastwood. Guionista: Jason Hall (adaptando la
autobiografía de Chris Kyle). Intérpretes: Bradley Cooper, Luke Grimes, Kyle
Gallner, Sienna Miller, Eric Close, Jake McDorman, Sam Jaeger, Jonathan Groff.
La historia de los Oscars está
llena de momentos injustos y/o criticables. Ni Alfred Hitchcock ni Stanley
Kubrick se hicieron nunca con el galardón a mejor director (aunque el primero
sí que fue reconocido con uno a toda su carrera). Tarantino tampoco lo ha
ganado en dicha categoría (y a este paso, sobre todo si es verdad que está
pensando retirarse, no lo ganará). Una de las películas más sobrevalorada de la
historia, Titanic, logró 11 reconocimientos
en forma de galardón (los técnicos se los perdono) Mi favorita este año, Boyhood, casi se fue de vacío de la
ceremonia. ¡Intérpretes tan poco memorables como Roberto Benigni o Sandra
Bullock lo han ganado! Y desde que pueden optar más de cinco títulos a la
categoría principal se han colado cintas tan menores y/o fallidas como Tan fuerte, tan cerca (Extremely Loud
and Incredibly Close) o la que nos ocupa.
El francotirador es una película biográfica y bélica que tiene como protagonista a Chris Kyle (Bradley Cooper), un marine que se hizo con el “título” de leyenda al convertirse en uno de los francotiradores más letales de la historia. Historia, la que nos narra la cinta de Eastwood, en la que también hay hueco para la subtrama romántica/familiar de turno. Subtrama que adolece, al igual que casi toda la película, de caer en mil y un tópicos.
La correcta dirección de Eastwood (mucho se alaba la rapidez a la hora de rodar, siempre cumpliendo los más que estrictos plazos, del veterano realizador, pero en esta ocasión, y más que nunca, se nota cierta dejadez en las formas; sirva como ejemplo la cuasi paródica escena del muñeco-bebé o la más que evidente falta de ritmo) o los esfuerzos (no sólo físicos; ¡y mira que su personaje tiene tantos recovecos como neuronas los participantes de Mujeres y hombres y viceversa!) de Cooper no evitan que la atención se centre en un guión que hace aguas por todos lados y cuyo cúmulo de frases hechas, tan risibles como (en ocasiones) insultantes, están a punto de dar al traste con todo. Tampoco son para echar cohetes sus moralejas de cartón piedra. El francotirador no es una mala película, pero si un trabajo menor que no debería haber figurado junto a largometrajes como Birdman (la triunfadora de este año) o la ya mencionada Boyhood. Pero claro, el nombre de Eastwood (al igual que sucede con, por ejemplo, Streep) es uno de esos que siempre tira mucho.
El francotirador es una película biográfica y bélica que tiene como protagonista a Chris Kyle (Bradley Cooper), un marine que se hizo con el “título” de leyenda al convertirse en uno de los francotiradores más letales de la historia. Historia, la que nos narra la cinta de Eastwood, en la que también hay hueco para la subtrama romántica/familiar de turno. Subtrama que adolece, al igual que casi toda la película, de caer en mil y un tópicos.
La correcta dirección de Eastwood (mucho se alaba la rapidez a la hora de rodar, siempre cumpliendo los más que estrictos plazos, del veterano realizador, pero en esta ocasión, y más que nunca, se nota cierta dejadez en las formas; sirva como ejemplo la cuasi paródica escena del muñeco-bebé o la más que evidente falta de ritmo) o los esfuerzos (no sólo físicos; ¡y mira que su personaje tiene tantos recovecos como neuronas los participantes de Mujeres y hombres y viceversa!) de Cooper no evitan que la atención se centre en un guión que hace aguas por todos lados y cuyo cúmulo de frases hechas, tan risibles como (en ocasiones) insultantes, están a punto de dar al traste con todo. Tampoco son para echar cohetes sus moralejas de cartón piedra. El francotirador no es una mala película, pero si un trabajo menor que no debería haber figurado junto a largometrajes como Birdman (la triunfadora de este año) o la ya mencionada Boyhood. Pero claro, el nombre de Eastwood (al igual que sucede con, por ejemplo, Streep) es uno de esos que siempre tira mucho.
Lo mejor: La impresionante transformación física de Cooper.
Lo peor: Un guión repleto de discursos de lo más maniqueos.
Puntuación: 5,5/10.
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