jueves, 26 de mayo de 2016

Vampire Academy

Título original: Vampire Academy. Año: 2014. País: Estados Unidos. Género: Acción, Comedia, Romance, Fantasía. Director: Mark Waters. Guionista: Daniel Waters (adaptando un libro de Richelle Mead). Intérpretes: Zoey Deutch, Lucy Fry, Danila Kozlovsky, Gabriel Byrne, Sarah Hyland, Olga Kurylenko, Dominic Sherwood, Joely Richardson.

¿Otra peli de vampiros adolescentes? ¡No, por favor! Pero, espera… El director es el mismo de Chicas malas (Mean Girls), esa divertida e inofensiva cinta protagonizada por Lindsay Lohan y Rachel McAdams. ¡Anda! Y además el guionista es el mismo que escribió el libreto de mi película favorita: Escuela de jóvenes asesinos (Heathers). “Puede que haya esperanza”, pensé. “El póster (el que es de color verde) no está mal”, llegué a decir en voz alta. “La banda sonora (que incluye canciones de Sky Ferreira, CHVRCHES, M.I.A. o Haim) es una pasada”, me repetía una y otra vez mientras no paraba de escucharla. “¡Qué iluso soy!”, digo ahora.


Vampire Academy se une a la moda de adaptar novelas juveniles que mezclan romance, acción y fantasía. Moda que llegó tras el éxito de la sosa saga Crepúsculo (Twilight), pero que con títulos como éste tiene los días contados (Vampire Academy apenas logró amasar 8 millones de dólares en la taquilla americana; es decir, fue un desastre absoluto).


De la trama poco puedo contar (he de reconocer que no me enteré de nada). Sé que la protagonista es Lissa (Lucy Fry), una ¿princesa vampiro? que cuenta con la ayuda de una especie de amiga/guardaespaldas llamada Rose (Zoey Deutch) que la protege, o lo intenta, de otros vampiros malos. Y poco más soy capaz de añadir. Las interpretaciones son discretas, y la narración tan confusa como una película de mi querido David Lynch. Vampire Academy es una especie de mezcla entre las películas de Harry Potter y las de Bella,  Edward y compañía. Pero hasta la peor de las entregas de Crepúsculo es mejor que este desaguisado. Con eso lo digo todo.

Lo mejor: Su banda sonora.

Lo peor: Prácticamente todo lo demás.

Puntuación: 2,5/10.

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