Título original: Dog Soldiers. Año: 2002. País: Reino
Unido. Género: Terror, Comedia Negra.
Director: Neil
Marshall. Guionista: Neil Marshall. Intérpretes: Kevin McKidd, Sean
Pertwee, Emma Cleasby, Liam Cunningham, Thomas Lockyer, Darren Morfitt, Chris
Robson.
Neil Marshall se ha convertido,
gracias a trabajos como The Descent
o el que nos ocupa, en un director de culto entre los aficionados al cine de
terror. Sin embargo, yo no encuentro las suficientes virtudes en sus
largometrajes como para considerarlo un realizador a tener en cuenta.
Me explico: a Dog Soldiers, la cual
está protagonizada por un pelotón de soldados que se topa con una manada de
hombres lobo, le pasa lo que a la ya mencionada The Descent, comienza bastante bien pero se desinfla enseguida.
Su gran problema es que la acción se estanca demasiado pronto (en cuanto
nuestros protagonistas se parapetan en la cabaña). Y eso que sus efectos
especiales tan artesanales (obligados por el bajo presupuesto) o su desenfado a
la hora de abordar las secuencias más sangrientas juegan a su favor. Pero ni
por esas. Dog Soldiers sólo
interesará a los fans de las películas de licántropos, de la serie B más
entrañable o de su director.
Lo mejor: Su punto de partida.
Lo peor: Sus fallos técnicos. Véase, por ejemplo, cierta escena en
la que se ve entrar luz solar a través de una ventana para, a continuación,
mostrarnos que sigue siendo de noche en otra que tiene lugar en el exterior
(sic).
Puntuación: 3,5/10.
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