Título original: 28 Days Later. Año: 2002. País: Reino Unido. Género: Terror. Director: Danny Boyle. Guionista:
Alex Garland. Intérpretes: Cillian
Murphy, Naomie Harris, Megan Burns, Brendan Gleeson, Christopher Eccleston,
Toby Sedgwick, Noah Huntley, Stuart McQuarrie, Christopher Dunne, Emma
Hitching.
Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionaire) cambia de género en esta película de zombis
que se inicia cuando un grupo ecologista libera varios primates sometidos a
extraños experimentos; el mordisco de uno de ellos iniciará una epidemia que
convierte a la gente en inhumanos sedientos de sangre. Nuestro protagonista es
Jim (Cillian Murphy, en un papel pensado inicialmente para Ewan McGregor, uno
de los actores fetiche del realizador), quien, tras despertar en el hospital, y
aturdido tras un accidente, descubre que la ciudad es un caos y que su vida
corre peligro. No tardará, eso sí, en dar con un grupo de desconocidos con los
que tratará de escapar (si es que es posible) de tan terrible amenaza (a los
zombis me refiero, claro).
Boyle da nuevas alas al género, modificando los tópicos imperantes en este tipo
de películas (aquí los infectados no son seres que caminan con torpeza, sino
ágiles y rápidos); ello, unido a la frenética dirección impuesta, crea un clima
muy interesante. El guión, por su parte, se puede dividir fácilmente en dos segmentos:
en el primero asistimos al desconcierto de Jim y a su huida (junto a varios
nuevos aliados) dirección Manchester, mientras que en el segundo (mucho menos
interesante) tiene que ver con la llegada de nuestros protagonistas a una
fortaleza creada por un grupo de soldados. Dicho segundo acto es mucho menos
interesante porque, aunque no deja de lado el terror, se centra en demasía en
mostrar las miserias del ser humano con desigual fortuna.
De todos modos, y a pesar del no impecable devenir de la misma (me invade la sensación de que la acción se estanca cuando nuestros protagonistas llegan a la dichosa fortaleza), resulta estimulante ver películas así, o como la americana Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead), con la que guarda ciertas similitudes (entre ellas la manera de moverse que tienen los infectados), de esas que logran insuflar nueva vida a un género que en ocasiones parece condenado al mimetismo (y la autoparodia), el ostracismo o a la serie B más casposilla.
Lo mejor: Que apueste por nuevas
vías, los talentos involucrados y que sea una producción de género con medios y
calidad.
Lo peor: Un segundo acto un
tanto flojo.
Puntuación: 6,5/10.
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