Título
original: Existenz. Año:
1999. País: Canadá. Género:
Intriga, Ciencia-Ficción. Director:
David Cronenberg. Guionista: David
Cronenberg. Intérpretes:
Jennifer Jason Leigh, Jude Law, Willem Dafoe, Ian Holm, Don McKellar,
Robert A. Silverman, Christopher Eccleston, Callum Keith Rennie,
Sarah Polley, Oscar Hsu.
Allegra
Geller (Jennifer Jason Leigh, quien tuvo que ser sustituida en Eyes
Wide Shut, y su rodaje interminable,
porque se encontraba inmersa en la producción de esta película) es
la creadora de juegos de realidad virtual más importante del
momento. En la presentación de su nuevo juego, de nombre eXistenZ,
es atacada y comienza una huida junto a un guardia de seguridad, Ted
Pikul (Jude Law). Una huida en la que la línea que separa realidad y
ficción está muy poco definida.
Este trabajo de Cronenberg
me recordó ligeramente a algún otro de David Lynch (a quien también
incluiría, ¡claro!, en mi lista de directores fetiche). Y lo hizo
por el tono paranoico que desprende y por su gusto hacia lo
escatológico (la pistola que dispara… dientes, todas las escenas
de casquería…). Si bien, lo cierto es que eXistenZ es más
lineal y sencilla de seguir que la mayoría de trabajos del creador
de Twin Peaks. Y lo es
a pesar de su, por momentos, farragoso guión. También
convendría destacar el extraño sentido del humor que destila su
guión. Sirva como ejemplo el orificio corporal que se debe realizar
aquel que quiera acceder al juego (y las connotaciones sexuales del
mismo) o el cable con forma de cordón umbilical que sirve para
realizar la conexión al susodicho juego. Sorprende también que,
aunque se supone que es una película futurista, el aspecto general
sea tan rústico.
El trabajo de los actores es bueno, aunque éstos parezcan, en ocasiones (¿e intencionadamente?), algo perdidos (véase a Law en la escena que transcurre en el restaurante chino). O puede que sea porque, durante cierto tramo, la película parece no avanzar y sus personajes navegan entre dos corrientes (algo que tiene cierto sentido conforme se va cerrando la trama). Eso sí, a pesar de sus desiguales resultados, la película resulta curiosa, no del todo satisfactoria, pero sí curiosa, francamente curiosa.
Lo mejor: Es
toda una rareza (¡qué sorpresa viniendo de Cronenberg!, ¿verdad?)y
servidor es fan de las mismas.
Lo peor: Su
estética y su historia pueden espantar a todo espectador ocasional
no acostumbrado a los trabajos de tan peculiar cineasta. Eso, su poco
impactante desenlace o cómo, llegados a cierto punto, uno (servidor,
por ejemplo) prácticamente se va desentendiendo de los personajes y
de lo que les pasa.
Puntuación: 6/10.
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