Título
original: The Happening. Año:
2008. País: Estados Unidos. Género:
Intriga, Ciencia-Ficción. Director:
M. Night Shyamalan. Guionista: M.
Night Shyamalan. Intérpretes:
Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty
Buckley, Spencer Breslin, Alan Ruck, Frank Collison, Jeremy Strong,
Julia Yorks, Robert Bailey Jr.
Tiene triste gracia
comprobar cómo M. Night Shyamalan fue perdiendo aquel toque que lo
encumbró a ídolo del fantástico gracias a su impecable trabajo en
El sexto sentido (The Sixth Sense). Ya en sus anteriores
trabajos había dado muestras de su falta de tino, algo que se volvió
a notar sobremanera en esta película (algo que acentúa su ligero
toque gore y una banda sonora, a todas luces, desacertada).
Mark Wahlberg interpreta
a Elliot Moore, un profesor de ciencias apasionado con su trabajo
pero con una vida familiar, ya que su relación con Alma (Zooey
Deschanel) es cada vez más tensa, que camina por la cuerda floja.
Para complicar aún más las cosas, una extraña amenaza que parece
propagarse por el aire hace que la gente se suicide. Nuestro
protagonista y su mujer emprenderán una huida desesperada
acompañados por Julian (John Leguizamo), compañero de trabajo de
Elliot, y por la hija de éste (Ashlyn Sanchez).
La historia de esta El incidente parece, al menos a priori, interesante, curiosa e incluso intrigante (como suele ser habitual en la filmografía del director), pero, conforme avanza, se vuelve tediosa y de lo más tontorrona. Tampoco se puede decir que las interpretaciones ayuden a dar veracidad a la misma, ya que todos los actores están fuera de lugar. Especialmente la pareja formada por Wahlberg y Deschanel: ella se dedica a poner cara de pasmo y él se destapa (¡sorpresa!) como todo un error (garrafal) de casting (¡para que luego critiquen el papel de Denise Richards como física nuclear en aquella película de James Bond o el de Tara Reid dando vida a una sesuda antropóloga de armas tomar en Alone in the Dark!). Otro de los problemas viene por la falta de emoción y la nulidad del director para lograr el clima de tensión y paranoia preciso. Y todo ello a pesar de escenas tan destacadas como aquella en la que una pistola pasa de mano en mano provocando los consiguientes suicidios (todo ello filmado de forma muy curiosa). Son esos pequeños detalles los que evitan que la película sea un desastre total, por muy insuficientes que acaben siendo.
Lo mejor: La
cara de perplejidad que te deja la historia principal (sic).
Lo peor: Casi
todo. Desde su casting hasta un guión, por momentos, de lo más
ridículo.
Puntuación: 3,5/10.
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