Monstruos, S.A.

Título original: Monsters, Inc. Año: 2001. País: Estados Unidos. Género: Animación, Comedia, Aventuras, Fantasía. Directores: Pete Docter, Lee Unkrich y David Silverman. Guionistas: Andrew Stanton y Daniel Gerson. Con las voces (en versión original) de: John Goodman, Billy Crystal, Mary Gibbs, Steve Buscemi, Jennifer Tilly, James Coburn, Bob Peterson, John Ratzenberger, Frank Oz, Bonnie Hunt.

James P. Sullivan es el mejor empleado de la compañía para la que trabaja. Su trabajo: asustar niños para obtener energía. Todo transcurre con "normalidad" hasta que, un buen día, una niña consigue colarse en su mundo, creando el caos (se supone que son tóxicos; me refiero a los niños, claro). James y su buen amigo Mike se verán en la tesitura de tener devolverla a su hogar, enfrentándose de paso a Randall, enemigo acérrimo de James, con quien pelea continuamente por adjudicarse el primer puesto como "asustador".

Los estudios Pixar nos ofrecieron, con Monstruos, S.A., otra estimable pieza en clave de, claro, cine de animación. Y lo hicieron transformando la típica historia del monstruo en el armario y ofreciendo una preciosa película familiar que, a diferencia de otras de sus producciones, peca por su tono decididamente infantil. A destacar el impresionante y atractivo diseño de personajes, véase por ejemplo el efecto del protagonista, el cual es un enorme peluche de color turquesa y lila, o el contraste con su amigo Mike, redondo, verde y con un solo ojo, o de Randall, el malo de la función, y su forma de reptil (atención a cuando va cambiando de color al ser golpeado). Todo un derroche visual e imaginativo.

A pesar de lo excesivamente larga que resulta su último tramo, y de que conforme avanza la misma se vuelva más y más edulcorada (en parte por su anteriormente mencionado infantil guión), ello no merma la capacidad del estudio a la hora de crear una bonita obra en la que, como suele ser habitual en los trabajos que llevan su marca, predomina el valor de la amistad. Si a ello añadimos el gran acabado técnico, nos queda una obra destacable y la mar de entretenida. Un pequeño, y llamativo (por luminoso y colorido), caramelito.

Lo mejor: La animación. Fantástica.

Lo peor: Su tono decididamente infantil. Otras producciones Pixar tienen también en cuenta al público adulto y yo, francamente, lo agradezco.

Puntuación: 7/10.