Título
original:
Deadpool and Wolverine. Año:
2024. País:
Estados Unidos. Género:
Comedia, Acción. Director:
Shawn Levy. Guionistas:
Rhett Reese, Shawn Levy y Ryan Reynolds (adaptando las aventuras del
personaje creado por Fabian Nicieza y Rob Liefeld). Intérpretes:
Ryan Reynolds, Hugh Jackman, Emma Corrin, Matthew Macfadyen, Dafne
Keen, Morena Baccarin, Rob Delaney, Brianna Hildebrand, Karan Soni,
Leslie Uggams, Ray Park, Shiori Kutsuna, Aaron Stanford, Jason
Flemyng, Kelly Hu, Blake Lively.
¿Por qué traer de
vuelta al Lobezno de Hugh Jackman cuando ya se le había dado un
final excelente en la igualmente excelente Logan (y
sí, me duele un poco decirlo, pero siento que mancilla un poco su
legado por mucho que sea todo un caramelito para los que amamos al
personaje de los cómics (sólo señalaré que se hace un ligero
recorrido por sus contrapuntos comiqueros que son toda una delicia
par a los fans)? Pues seguramente porque el cine de superhéroes
en general lleva un tiempo dando bandazos. Y el de los superhéroes
de Marvel no es una excepción. No ya porque los problemas con
el actor que ha estado interpretando a Kang hayan llevado a cambiar
los planes de la fase presente, sino porque, de un tiempo a esta
parte, los títulos estrenados han echo levantar la ceja a más de
uno (y no, no me malinterpreten, no seré yo precisamente quien, como
toda esa panda de trolls, se queje de lo woke; nada más
lejos de la realidad).
Pero sí que es cierto
que se nota cierto hartazgo, seguramente por agotamiento ante tanto
título cinematográfico y catódico (agotamiento por saturación);
seguramente porque Endgame (y por ende buena parte de los
títulos que la precedieron) dejaron el listo muy alto. Pero
centrémonos en Deadpool, título que casi iba por libre y
cuyas dos primeras partes destacaron por presentar un tono
grotescamente desenfadado. Tono que, lo digo ya, se ha mantenido en
esta tercera entrega. Es decir, los que mostraron preocupación por
el echo de que Disney, quien ahora se hace cargo del título,
no lo fuese a mantener.
Y sí, Deadpool y
Lobezno se siente como una simple excusa para juntar a un
personaje al que le ha ido ciertamente bien con sus dos películas
anteriores con uno de los personajes más queridos por los
comiqueros (e interpretado por uno de los actores más queridos por
el fandom). Y ya está. Porque lo que realmente (me) funciona
aquí es la sucesión de momentos enfocados al fan; tanto al de los
cómics (véase cuando Deadpool va en busca de Lobezno o la sucesión
de cameos, algunos de ellos realmente inesperados). Mi sensación
final es un tanto agridulce (más dulce que agría, las cosas como
son), ya que la siento como un título que aporta poco o nada al
incierto futuro del UCM, que malgasta a personajes tan
importantes como Cassandra Nova (Emma Corrin) y cuyo único hilo
conductor, y principal razón de ser, es la de unir a dos personajes
queridos tanto por los fans más acérrimos como por el fan casual,
por mucho que estemos ante una película especialmente disfrutable si
pillas sus múltiples guiños.
Lo mejor: Por
mucho que ya carezca del factor sorpresa, diré que el continuo fan
service. Y sí, el uso de Like a Prayer.
Lo peor: El guión.
Un simple esbozo que basa todo su éxito en los guiños al fan y poco
más. También terrible Matthew
Macfadyen, personaje y actuación.
Puntuación:
6,5/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario