Título original: Charlie and the Chocolate Factory. Año: 2005. País: Estados Unidos. Género: Fantasía, Comedia. Director: Tim Burton. Guionista: John August (adaptando la novela de Roald Dahl). Intérpretes: Johnny Depp, Freddie Higmore, David Kelly, Deep Roy, Helena Bonham Carter, Noah Taylor, James Fox, Missi Pyle, Julia Winter, AnnaSophia Robb, Adam Godley, Jordan Fry, Christopher Lee.
Recuerdo Un mundo de
fantasía (Willy Wonka and the Chocolate Factory), la primera
adaptación de la novela de Roald Dahl, como un trabajo un tanto
oscuro a pesar de estar englobada en aquello considerado como cine
infantil. Todavía recuerdo con cierto “terror” ciertas de sus
escenas. Es algo que no me ha pasado con esta nueva versión que nos
ocupa. Y sí, sé que tiene mucho que ver con que aquella la viese
siendo un niño y ésta la haya visto siendo ya un adulto. Pero
también con que en esta Charlie y la fábrica de chocolate, y
a pesar de contar con Burton en la dirección (uno esperaba, a pesar
de todo, un trabajo un poco más sombrío; quizá no tanto en lo
visual, pero sí mucho más en espíritu), la noto un tanto
convencional (vamos, apta para el gran público).
No sé si hace falta
explicarlo, pero el grueso de la acción se desarrolla en una más
que imposible fábrica de chocolate; fábrica de chocolate dirigida
por el peculiar (por decirlo suavemente) Willy Wonka (un Johnny Depp
al que, para servidor, no le llega a la suela al gran Gene Wilder,
quien se hizo cargo de dicho personaje en, claro, Un mundo de
fantasía); fábrica que, tras un concurso (encontrar un billete
dorado en las tabletas de chocolate fabricadas en ella, visitarán
varios niños y sus familiares (uno por niño). Así, esta película
casi empieza como Cuento de Navidad (A Christmas Carol) y
desemboca en una retahíla de números musicales a ratos crispantes
(desde luego no tienen la chispa de los momentos musicales de las
películas de animación de Burton, por ejemplo) y color, mucho
color. Y sí, también muchos efectos especiales; efectos especiales
que me hacen añorar los efectos prácticos de los primeros trabajos
del director. Charlie y la fábrica de chocolate me ha dejado
bastante frío. No me ha horrorizado (ni muchísimo menos) pero no
hallo en ella nada especialmente válido.
Lo mejor: La
satisfacción que (me) produce la escena de las ardillas. Y no diré
más.
Lo peor: Su
impacto. Me deja completamente indiferente.
Puntuación: 5/10.
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