miércoles, 5 de abril de 2017

La matanza de Texas

Título original: The Texas Chainshaw Massacre. Año: 2003. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: Marcus Nispel. Guionista: Scott Kosar (remake de la película de Tobe Hooper). Intérpretes: Jessica Biel, Jonathan Tucker, Eric Balfour, Erica Leerhsen, Mike Vogel, Lauren German, R. Lee Ermey, Terrence Evans.

He de reconocer que este remake no me inspiraba demasiada confianza; en parte porque dos de las grandes virtudes con las que contaba el titulo original, su acabado feísta y tosco (propio de una producción de bajísimo presupuesto) y una brutalidad sin parangón a la hora de abordar las escenas más sangrientas, eran difíciles de igualar. Tampoco la participación en el reparto de Jessica Biel (en un papel para el que, dicen, se barajaron los nombres de actrices como Kirsten Dunst, Jessica Alba o ¡Katie Holmes!) me acababa de convencer. Pero lo cierto es que Nispel (el director) realiza una más que decente labor y Biel (protagonista femenina) cumple mucho mejor de lo que me esperaba.

 
La actriz (me refiero a Biel, claro) triunfaba por aquel entonces en la pequeña pantalla dando vida a la hija mayor de un reverendo en la edulcorada Siete en el paraíso (7th Heaven), pero ya un año antes de rodar esta película había tratado de dinamitar su imagen de niña bien co-protagonizado Las reglas del juego (The Rules of Attraction)  y posando de manera sugerente para distintas publicaciones americanas. Por eso su elección para encabezar el reparto de la cinta que nos ocupa resultaba, cuanto menos, chocante. Acompañándola nos encontramos a intérpretes como Eric Balfour, visto en las series A dos metros bajo tierra (Six Feet Under), 24 o, más recientemente, Haven; Mike Vogel, actor (esencialmente de reparto) que ha trabajo en producciones de todo tipo: Blue Valentine, Criadas y señoras (The Help), Monstruoso (Cloverfield); o al veterano R. Lee Ermey, inolvidable en su papel de sargento Hartman en la ya clásica La chaqueta metálica.


La trama de este nuevo remake (y ya nos centramos en él) es bien sencilla (varios jóvenes quedan atrapados en medio de la nada y a merced de unos matarifes), pero también tremendamente efectiva. Como efectiva es su atmósfera (aplaudo la labor del director de fotografía, quien consigue crear un ambiente malsano que casa a la perfección con la historia) o la capacidad de Nispel para ejecutar las escenas más bestias (véase su tan logrado como excesivo acto final; aunque a mí la que me sigue dando mucha grima, sin ser especialmente sádica, es aquella en la uno de nuestros jóvenes protagonistas se deja las uñas, literalmente, tratando de aferrarse a la pared). Tiendo a ser de los que opinan que los remakes son innecesarios, pero hay excepciones y esta película es una de ellas.

Lo mejor: Su lograda ambientación.

Lo peor: Sus escasas novedades (más allá de su presupuesto) con respecto a la película de Hooper.

Puntuación: 6/10.

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