Título original: The New Daughter. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Terror. Director: Luiso Berdejo. Guionista:
John Travis (adaptando una historia corta de John Connolly). Intérpretes:
Kevin Costner, Ivana Baquero, Gattlin Griffith, Samantha Mathis, Noah Taylor,
Erik Palladino, James Gammon.
Luiso Berdejo, tras
una dilatada carrera como cortometrajista (uno de los más alabados, titulado La guerra y dirigido al alimón con
Jorge Dorado, obtuvo una nominación al Goya en la categoría de mejor
cortometraje de ficción) debutaba a lo grande (o por lo menos sobre el papel
así lo parecía) en la dirección de largometrajes con la película que nos ocupa:
una historia de terror (género que, en los últimos años, no ha parado de dar
alegrías a nuestra cinematografía; a directores como J.A. Bayona, Paco Plaza o
Jaume Balagueró me remito) protagonizada por Kevin Costner e Ivana Baquero, la
niña de la sobresaliente El laberinto
del fauno.
El actor da vida a un padre de familia que se muda, junto a sus dos hijos, Louisa (Ivana Baquero) y Sam (Gattlin Griffith), a una vieja casa cerca de un pequeño pueblo. Pero, al poco de instalarse, su hija comienza a mostrar un comportamiento de lo más sospechoso. Samantha Mathis, vista en películas como Rebelión en las ondas (Pump Up the Volume), Esa cosa llamada amor (The Thing Called Love), American Psycho, la versión de 1994 de Mujercitas (Little Women) o Broken Arrow: Alarma nuclear (Broken Arrow), completa el reparto como posible interés amoroso del personaje de Costner.
La película cumple con prácticamente todos los tópicos del (sub)género de casas encantadas (y/o monstruos). Por eso el éxito de trabajos como éste depende en gran medida de la calidad de sus intérpretes (los cuales aquí simplemente cumplen) y, sobre todo, de la capacidad del director para crear una atmósfera inquietante (algo que, a pesar de mostrar cierto estilo, Berdejo no acaba de lograr). Tampoco ayuda que, además de todo lo dicho, su desenlace peque de ridículo. La otra hija, por muy correcto que sea su apartado técnico, ni ofrece nada nuevo ni su trama engancha lo suficiente como para perdonárselo.
El actor da vida a un padre de familia que se muda, junto a sus dos hijos, Louisa (Ivana Baquero) y Sam (Gattlin Griffith), a una vieja casa cerca de un pequeño pueblo. Pero, al poco de instalarse, su hija comienza a mostrar un comportamiento de lo más sospechoso. Samantha Mathis, vista en películas como Rebelión en las ondas (Pump Up the Volume), Esa cosa llamada amor (The Thing Called Love), American Psycho, la versión de 1994 de Mujercitas (Little Women) o Broken Arrow: Alarma nuclear (Broken Arrow), completa el reparto como posible interés amoroso del personaje de Costner.
La película cumple con prácticamente todos los tópicos del (sub)género de casas encantadas (y/o monstruos). Por eso el éxito de trabajos como éste depende en gran medida de la calidad de sus intérpretes (los cuales aquí simplemente cumplen) y, sobre todo, de la capacidad del director para crear una atmósfera inquietante (algo que, a pesar de mostrar cierto estilo, Berdejo no acaba de lograr). Tampoco ayuda que, además de todo lo dicho, su desenlace peque de ridículo. La otra hija, por muy correcto que sea su apartado técnico, ni ofrece nada nuevo ni su trama engancha lo suficiente como para perdonárselo.
Lo mejor: Su acabado.
Lo peor: Su acumulación de
tópicos.
Puntuación: 3/10.
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