Título original: Pernicious. Año: 2014. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: James Cullen Bressack. Guionistas: James Cullen Bressack y
Taryn Hillin. Intérpretes: Ciara
Hanna, Emily O’Brien, Jackie Moore, Russell Geoffrey Banks, Byron Gibson, Jared
Cohn, Sara Malakul Lane, Sohanne Bengana.
James Cullen
Bressack acaba de cumplir 25 años (el pasado 29 de febrero, para ser más
concretos), pero ya acumula en su filmografía más de una treintena de títulos como
director (y otros tantos como guionista y/o productor). Fan fatal del cine de
terror, Bressack debutó en la dirección de largometrajes en el año 2011, con My Pure Joy, toda una declaración de
intenciones en la que indagaba en la perturbada mente de un adolescente
aparentemente normal.
Pernicious, una de sus últimas
(y más ambiciosa; los presupuestos con que suele lidiar son de un limitado que
espanta) propuestas nos traslada hasta Tailandia (de hecho, fue rodada en tan
exótica localización). Hasta allí llegan tres bellas jóvenes (Ciara Hanna, una
de las actrices fetiches del director y Power Ranger Amarillo en algunas de las
más recientes producciones televisivas, y/o destinadas al mercado videográfico,
de los populares Power Rangers; Emily O’Brien, con más de 400 capítulos del
culebrón The Young and the Restless
a sus espaldas; y Jackie Moore, vista recientemente, aunque de manera muy
fugaz, en la serie Westworld)
dispuestas a pasar las mejores vacaciones de su vida (aunque en
realidad se supone que van a ejercer de profesoras voluntarias, o algo así).
Vacaciones que se tornarán sangrientas una vez se desate la maldición que rige
la casa en la que se alojan.
Podríamos pensar que, teniendo en cuenta su sinopsis, estamos ante otro homenaje (o plagio, según se mire) al cine de terror oriental. Y lo es, al menos durante su segundo tramo, cuando la historia se centra en lo paranormal. Durante el primero nos recuerda más (al menos a mí me lo recordó) a otras producciones estilo Hostel. Producciones en las que prima el gore y las escenas grotescas y repugnantes. Sí, estoy diciendo que Pernicious carece de estilo; aunque tampoco esperaba encontrarme con una película de género especialmente innovadora. No es la mayor pega que le encuentro: sus (por otro lado escasísimas) localizaciones no pueden estar más desaprovechadas, los personajes no despiertan simpatía alguna y su banda sonora (por llamarla de alguna manera) me irrita y descentra muy mucho. Si no eres demasiado exigente, y te gustan tanto las películas de terror oriental como el torture porn, estás de enhorabuena, Pernicious es tu película.
Lo mejor: Cierto giro de guión
inesperado (después de que nuestras protagonistas liguen con unos ingleses de
aspecto sospechoso) y lo bien que luce (maquillaje, fotografía…), sobre todo si
tenemos en cuenta sus limitaciones.
Lo peor: Los diálogos, algunas
situaciones ridículas y, por encima de todo, su insufrible composición músical (es
lo que tiene contratar a un músico ducho en la creación de melodías para…
¡dibujos animados!).
Puntuación: 4/10.
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