Título original: Birdman or (The Unexpected Virtue of
Ignorance). Año: 2014. País: Estados Unidos. Género: Comedia Negra. Director: Alejandro González Iñárritu. Guionistas: Alejandro González
Iñárritu, Nicolás Giacobone, Armando Bo y Alexander Dinelaris Jr. Intérpretes:
Michael Keaton, Edward Norton, Emma Stone, Naomi Watts, Zach Galifianakis,
Andrea Riseborough, Amy Ryan, Merritt Wever, Lindsay Duncan.
Las comparaciones son odiosas (y
muchas veces innecesarias), pero no pude evitar pensar en Cisne negro (Black Swan), la obra maestra de Darren Aronofsky,
conforme me adentraba en la historia, escrita a ocho manos, de Birdman, ya que en ambas el/la
protagonista está tan obsesionado con sacar adelante su último trabajo (en este
caso una obra de teatro) que la ¿locura? se apodera de él/ella.
Pero las diferencias entre ambos trabajos también son notables. Birdman es más una comedia negra que un thriller psicológico. Una comedia negra que habla de cine dentro del cine (y eso es algo que me chifla y fascina a partes iguales). Una comedia negra llena de guiños cinematográficos (los que versan alrededor de las nuevas y exitosas franquicias sobre superhéroes pueden parecer un tanto obvios, pero no dejan de resultar de lo más disfrutables). Una comedia negra un tanto absurda. Una comedia negra con mucha sorna (¡esa crítica que sabe lo que va a escribir sobre la obra de teatro incluso antes de su estreno!). Una comedia negra de lo más laberíntica (parece un viaje alucinante al fondo de la mente de nuestro protagonista; atención a los excelentes, y falsos, planos secuencia y a ese ritmo frenético, cuasi asfixiante, al que nos “somete” un muy afinado González Iñárritu).
Pero las diferencias entre ambos trabajos también son notables. Birdman es más una comedia negra que un thriller psicológico. Una comedia negra que habla de cine dentro del cine (y eso es algo que me chifla y fascina a partes iguales). Una comedia negra llena de guiños cinematográficos (los que versan alrededor de las nuevas y exitosas franquicias sobre superhéroes pueden parecer un tanto obvios, pero no dejan de resultar de lo más disfrutables). Una comedia negra un tanto absurda. Una comedia negra con mucha sorna (¡esa crítica que sabe lo que va a escribir sobre la obra de teatro incluso antes de su estreno!). Una comedia negra de lo más laberíntica (parece un viaje alucinante al fondo de la mente de nuestro protagonista; atención a los excelentes, y falsos, planos secuencia y a ese ritmo frenético, cuasi asfixiante, al que nos “somete” un muy afinado González Iñárritu).
La elección de Keaton (y que conste que todos los actores, y esto me gustaría que quedase muy claro, están fantásticos; por mucho que destaquen el ya mencionado protagonista y Emma Stone, quien da vida a la drogota y díscola hija de éste) como gran héroe de la función (interpreta a un actor famoso por haber interpretado a un superhéroe, el Birdman del título, que trata de materializar un ambicioso proyecto teatral que, de salir mal, podría terminar con lo que queda de su ya alicaída carrera) no puede ser más acertada. Y no sólo por lo irónico que resulta que el actor encarnara hace eones a uno de los más famosos superhéroes en Batman y Batman vuelve (Batman Returns), las dos entregas del hombre murciélago dirigidas por Tim Burton. De todas maneras, y según el director, este hecho nada tuvo que ver con que el actor fuese contratado para esta película.
Birdman es, en definitiva, un trabajo que se sale de lo convencional (no es el típico drama que acapara premios y nominaciones y, sin embargo, no para de recibir premios y nominaciones; no es la típica “dramedia”, mezcla de drama y comedia, que encandilaría a cualquier crítico y, sin embargo, ha obtenido el respaldo de gran parte de la crítica especializada), y por eso me ha gustado tanto.
Lo mejor: Los actores, la labor de González Iñárritu y el guión. En
este orden.
Lo peor: Su irritante banda sonora y una historia que va perdiendo
fuelle progresivamente.
Puntuación: 8/10.
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