martes, 13 de enero de 2015

Perdida

Título original: Gone Girl. Año: 2014. País: Estados Unidos. Género: Intriga. Director: David Fincher. Guionista: Gillian Flynn (adaptando su propia novela). Intérpretes: Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Carrie Coon, Tyler Perry, Kim Dickens, Patrick Fugit, Casey Wilson, Sela Ward, Scoot McNairy.

En 1997 Affleck se dedicaba a perseguir a Amy (lo siento, tenía que hacer el guiño-chiste sí o sí). En 2014 no sólo sigue persiguiéndola (en este caso a una Rosamund Pike que, a pesar de llevar actuando desde hace casi dos décadas, fue galardonada en el último Festival de Palm Springs como mejor actriz revelación por su particular tour de force en la película que nos ocupa), sino que le va la vida en ello. Literalmente.


El actor encarna aquí a un hombre, Nick Dunne, acusado de haber matado a su mujer (la ya mencionada Rosamund Pike) después de que ésta haya desaparecido misteriosamente. Affleck y Pike son, como ya habrán comprobado, los actores principales, pero de entre los secundarios habría que señalar la presencia de los televisivos Neil Patrick Harris y Casey Wilson (más conocidos por sus roles humorísticos en distintas sitcoms); y de Tyler Perry (toda una celebridad en Estados Unidos gracias a sus cutre-comedias en las que suele travestirse de mujer mayor). Sí, el casting es de lo más sorprendente (quien dice sorprendente dice curioso-extraño-bizarro). Como todo en esta película.


Porque Perdida no es un thriller demasiado rígido. Lo parece, pero no lo es (ni lo pretende, o eso creo). La seriedad tras las cámaras de Fincher contrasta sobremanera con un guión loquísimo, unos diálogos que a veces bordean la vulgaridad más sonora y unos actores (sobre todo los secundarios) que navegan en un género novedoso (o cuasi novedoso) para ellos. ¿Es esto algo malo? Para nada. Perdida es un thriller notable que nos mantiene ojipláticos en todo momento.  ¿Qué importa que para lograrlo se valga de un libreto tan rocambolesco como el más rocambolesco de los rocambolescos episodios de cualquier rocambolesco culebrón a lo Melrose Place (pero con mucha más chicha; y no lo digo porque el chuleras de Affleck presumiera, mientras promocionaba la cinta, de lo mucho que estaba dando de qué hablar su muy fugaz desnudo integral; y sangre)?

Lo mejor: Mantiene el interés en todo momento. ¡Y eso que dura casi dos horas y media!

Lo peor: La robótica interpretación de Neil Patrick Harris. Parece la versión lobotomizada de Barney, su personaje en la popular serie Cómo conocí a vuestra madre (How I Met Your Mother).

Puntuación: 7,5/10.

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