Título original: The Hateful Eight. Año: 2015. País: Estados Unidos. Género:
Western, Intriga. Director: Quentin
Tarantino. Guionista: Quentin
Tarantino. Intérpretes: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer
Jason Leigh, Demián Bichir, Tim Roth, Michael Madsen, Walton Goggins, James
Parks, Bruce Dern, Channing Tatum, Zoë Bell, Dana Gourrier, Gene Jones, Keith
Jefferson.
Dos cazarecompensas, Marquis
Warren (Samuel L. Jackson) y John Ruth (Kurt Russell); la prisionera de uno de ellos, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh, a
la que siempre he confundido con Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker);
un sheriff (Walton Goggins); el
conductor del carruaje que los lleva hasta Red Rock (James Parks); un verdugo
(Tim Roth); un antiguo general, Sandy Smithers (Bruce Dern); un vaquero (Michael
Madsen) y la persona que regenta esa especie de albergue en el que todos se
cobijan de la terrible tormenta que azota la zona (Demián Bichir). Son los
personajes principales de esta película. Pero, ¿son quienes dicen ser?
Y es que aunque Tarantino insista en indicar que Los odiosos ocho (su octavo largometraje como realizador) es su
particular homenaje a La cosa (The
Thing), la cinta de culto dirigida por John Carpenter, lo cierto es que me recuerda
bastante más a trabajos como Diez
negritos (And Then There Were None). Hay un par de cosas que sí tienen en
común esta película y la de Carpenter: la banda sonora de ambas está compuesta
por Ennio Morricone (es decir, la persona que se halla detrás de la música de
algunos de los más populares spaghetti
western de todos los tiempos) y Kurt Russell (quien ya había trabajado a
las órdenes del director de Pulp Fiction
en Death Proof) como uno de los
protagonistas.
Los odiosos ocho dura casi tres horas.
Si hubiese estado dirigida por cualquier otra persona me habría dado una pereza
terrible acercarme a ella, pero a Tarantino, y sobre todo tras sus dos cuasi
sobresalientes trabajos anteriores de similar duración, Malditos bastardos (Unglourious Basterds) y Django desencadenado (Django Unchained), se lo perdono (casi) todo.
Eso sí, he de señalar que a ésta le sobra metraje. La culpa radica en una
introducción terriblemente larga. Por lo demás estamos ante una película muy
del estilo de su director: extensos diálogos, humor negro, grotescas escenas
sangrientas… Una película que cuenta con varios rostros habituales (Samuel L.
Jackson, Michael Madsen) y con una fémina de armas tomar: Jennifer Jason Leigh, excelente dando vida a su demencial personaje.
Lo mejor: Jennifer Jason Leigh.
Lo mejor: Jennifer Jason Leigh.
Lo peor: Su duración y, sobre todo, lo muchísimo que le cuesta
arrancar.
Puntuación: 7/10.
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