sábado, 11 de enero de 2020

Dime con cuántos

Título original: What’s Your Number. Año: 2011. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Romance. Director: Mark Mylod. Guionistas: Gabrielle Allan y Jennifer Crittenden (adaptando una novela de Karyn Bosnak). Intérpretes: Anna Faris, Chris Evans, Martin Freeman, Zachary Quinto, Mike Vogel, Andy Samberg, Anthony Mackie, Joel McHale, Thomas Lennon, Chris Pratt, Ari Gaynor, Ed Begley Jr., Dave Annable, Blythe Danner.

Anna Faris (Scary Movie) produce esta típica comedieta romántica realizada a la medida para su propio lucimiento. Bueno, para el suyo y para el de Chris Evans (a punto de conocer las mieles del éxito gracias a su papel de Capitán América dentro del UCM), su partenaire masculino. Así, Faris se dedica a explotar su vis cómica mientras Evans muestra, a la mínima oportunidad, sus perfectos abdominales (¿pero cuántas veces sale el muchacho sin camiseta a lo largo de la cinta?). 


Pero vayamos al grano. La actriz interpreta aquí a una joven obsesionada porque su número de conquistas sexuales no para de subir y, sin embargo, todavía no ha encontrado al hombre de su vida (sic). Dispuesta a cambiar su situación sentimental, decide contratar los servicios de su vecino (Chris Evans) para que la ayude a encontrar a sus antiguos novios con el propósito de hallar en alguno de ellos a su media naranja. Atención a la participación, muchos de ellos en papeles brevísimos (e incluso irreconocibles), de actores como Zachary Quinto (Star Trek), Martin Freeman (Sherlock), Anthony Mackie (Million Dollar Baby) o Chris Pratt (pareja, por aquel entonces, de Faris). Estos tres últimos, además, compañeros de Evans en el UCM.


No diré que Dime con cuántos es una película terrible (tampoco diré que es buena, ¡ojo!), pero sí que está llena de tópicos, que no es tan graciosa como se cree y que aporta bien poco al género (¡nada!). Eso sí, Faris y Evans funcionan como pareja protagonista. Además, la película consiguió que soltase alguna sonrisilla (que no carcajada). Diré, para finalizar, que estamos ante uno de esos trabajos que se deja con facilidad un día tonto (vamos, que cumple con su función).

Lo mejor: La química entre Faris y Evans.

Lo peor: No aporta nada al género. Se ve y se olvida casi con la misma facilidad. Eso y cierto tufillo moralista.

Puntuación: 4,5/10.

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