Título original:
Midnight in the Switchgrass.
Año: 2021. País: Estados Unidos. Género:
Intriga. Director:
Randall Emmett. Guionista: Alan
Horsnail. Intérpretes:
Megan Fox, Bruce Willis, Emile Hirsch, Lukas Haas, Jackie Cruz,
Caitlin Carmichael, Olive Elise Abercrombie, Lydia Hull, Machine Gun
Kelly, Tyler Jon Olson, Sistine Rose Stallone.
Me
acerqué a esta Tras la pista del
asesino con “esperanzas”.
Entiéndanme: había leído que, de entre todos los bodrietes que de
un tiempo a esta parte anda “protagonizando” (es un decir, ya
sabemos que su participación en los mismos en mínima) Willis, era
uno de los... ¿menos terribles? Ello no la ha salvado, eso sí, de
optar a dos premios Razzie, incluido el de peor actriz para una Megan
Fox que recientemente, y tras años mostrando un perfíl bajísimo,
habia reaparecido con una pequeña propuesta de género que obtuvo
cierta repercusión y... ¡no malas críticas!: Hasta
que la muerte nos separe (Till Death).
Pero
el de Fox no es el único nombre reseñable con que cuenta esta Tras
la pista del asesino. En su reparto nos
encontramos a Emile Hirsch, a quien muchos conocimos gracias a la
cinta Hacia rutas salvajes
(Into the Wild), dirigida por Sean Penn, Lukas Haas, el inolvidable
niño de Único testigo
(Witness) o incluso la pareja de la actriz, el músico Machine Gun
Kelly. Y sí, claro, también aparece Willis, quien interpreta a un
agente del FBI que, con la ayuda de una oficial del estado (Fox,
claro), trata de resolver una serie de asesinatos sin resolver.
Curiosidad: aparece (en un papel incluso más breve que el de Willis)
Sistine Rose Stallone, hija de, claro, Sylvester Stallone...
Dirigida
por Randall Emmett, quien, a través de la compañía que comparte con
George Furla, ha producido todos los recientes subproductos en los
que ha andado involucrado el bueno de Willis (Tarantino, por favor,
¡re-rescátalo ya!), Tras la pista del
asesino puede ser disfrutada si uno se
acerca a ella teniendo claro lo que es: una Serie B sobre asesinos en
serie y con un reparto tan llamativo como de capa caída. Los
diálogos son tan prescindibles como cabría esperar y la trama una
suerte de remedos de mil y una pelis similares ya vistas, pero lo
cierto es que se puede decir de ella que cumple con su función:
mantenernos distraídos durante hora y media una tonta y/o aburrida
tarde/noche. Nota: fue una
de las 8 películas por la que Willis optó a un premio histórico,
el Razzie a peor interpretación de Bruce Willis en 2021 (sic). Lo
ganó por Cosmic
Sin, por cierto (si bien,
decidieron cancelárselo después de que el actor confirmase su retirada
del mundo de la actuación al sufrir afasia, una enfermedad que afecta a
la capacidad para hablar, escribir o comprender el lenguaje).
Lo mejor: Es,
dentro de las últimas películas de Willis, una de las menos malas.
Vale, ¿no? También, desde luego, uno de las que ha contado con más
y mejores medios (siendo estos nuevamente muy inferiores a los que
acostumbraban a manejar las producciones en las que aparecía el
actor de Armageddon).
Lo peor: La
breve pero prescidible presencia de Willis (no hubiese pasado nada si
su personaje hubiese quedado fuera de esta ecuación llamada
película), la inexpresividad de Fox (merecidísima su nominación al
Razzie), lo previsible de su guión (repleto de lugares comunes y
resoluciones facilonas), una fotografía que pide a gritos ser más
tosca (y oscura y/o grasienta) y unos trabajos de dirección y
montaje ciertamente anodinos e intercambiables.
Puntuación: 4/10.
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