Título original: Out
of Death. Año: 2021. País: Estados Unidos.
Género: Acción, Intriga, ¿Comedia? Director:
Mike Burns. Guionista: Bill
Lawrence. Intérpretes:
Jaime King, Bruce Willis, Michael Sirow, Kelly Greyson, Lala Kent,
Tyler Jon Olson, Megan Leonard, Oliver Trevena, Mike Burns.
Jaime King, cuyo papel
más memorable, el de Sin
City, data de 2005, y Bruce Willis,
quien también participó en dicha Sin City, sin ir más
lejos, son los protagonistas (bueno, ella tiene aquí un papel
destacado; él aparece por pantalla de vez en cuando, ya que tan sólo
rodó durante... ¡un día!) de este subproducto de acción producido
por los imperdibles (sic) Randall Emmett y George Furla. Sí, los
productores de, tal y como reza el cartel de esta Sin escapatoria,
El irlandés (The Irishman) y El único superviviente
(Lone Survivor).
King interpreta a
Shannon, decidida a esparcir las cenizas de su padre en el bosque de
un pequeño pueblo de montaña; Willis a un policía ya retirado.
Ambos dos acabarán en el mismo escenario; escenario dominado por un
departamento del sheriff de lo más corrupto; escenario que será
testigo de una persecución encarnizada (la que sufre nuestra
protagonista cuando destapa, a través de su cámara, lo que allí
ocurre).
Pero no se equivoquen, las persecuciones ni son
llamativas ni nos mantienen en tensión. Y es que esta Sin
escapatoria ni está rodada con gancho (vale, sí, cuenta con
algún plano curiosón, pero son de lo más anecdóticos) ni cuenta
con una historia (anecdótica; la historia sólo puede ser catalogada
de anecdótica) que nos atrape (lo único que nos atrapa aquí es el
hastío y su colección de momentos ilógicos). Para colmo, sus
escenas más sentimentales (sí, alguna hay) no pueden ser más
grimosas y las interpretaciones dejan mucho que desear (cero
sorpresas aquí). Nota: fue una de
las 8 películas por la que Willis optó a un premio histórico, el
Razzie a peor interpretación de Bruce Willis en 2021 (sic). Lo ganó
por Cosmic
Sin, por cierto (si bien,
decidieron cancelárselo después de que el actor confirmase su retirada
del mundo de la actuación al sufrir afasia, una enfermedad que afecta a
la capacidad para hablar, escribir o comprender el lenguaje).
Lo mejor: Cómo
afrontan la primera escena en la que participa Lala Kent. Bueno, más
bien por cómo afrontan (con la cámara, claro) cierto desenlace en
ella.
Lo peor: Que
incluso hasta la escena con el trabajo de dirección más interesante
(como la señalada justo aquí encima) destaquen por terriblemente
risibles (bien por los dialogos; bien por la situación).
Puntuación: 2,5/10.
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