El diablo viste de Prada

Título original: The Devil Wears Prada. Año: 2006. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director: David Frankel. Guionistas: Don Roos y Aine Brosh McKenna (adaptando la novela de Lauren Weisberger). Intérpretes: Anne Hathaway, Meryl Streep, Stanley Tucci, Simon Baker, Emily Blunt, Alexie Gilmore, Adrian Grenier.

 

Meryl Streep y Anne Hathaway protagonizan esta entretenida pero superficial comedia. Streep da vida a Anna Wintour Miranda Priestly, directora de una prestigiosa revista sobre moda, y famosa por la tiranía que practica con sus empleados, mientras que Hathaway interpreta a Andy, la nueva ayudante de Miranda, una joven que no tiene ni idea sobre modas y tendencias, para desesperación de todos. Afortunadamente, la joven cuenta con la inestimable ayuda de Nigel (Stanley Tucci), compañero y hada madrina particular.

 

 

Lo más interesante de la película es el tira y afloja que se establece entre los personajes de Streep y Hathaway, así como las interpretaciones de ambas. Eso sí, aunque a estas alturas nadie cuestiona la maestría de Streep, lo cierto es que la nominación al Oscar por su trabajo en esta película le resulta más que discutible al que esto escribe (la película, por cierto, también fue nominada a mejor vestuario), lo que no quiere decir (ni mucho menos) que su labor no sea una de las claves del éxito de la misma. Por otro lado, el resto de personajes no tienen tanta presencia (y fuerza) como dicha pareja protagonista, bien sea por su poca entidad (como ocurre con los de Simon Baker y Adrian Grenier, ambos dando vida a intereses amorosos de Andy) o porque están repletos de clichés (el de Stanley Tucci, por mucho que me guste Stanley Tucci).

 

 

A la película le falta mala leche, ya que el humor que destila es demasiado blando, mientras que su mensaje resulta de lo más superfluo (a ver, sí, estamos ante una comedia sin pretensiones, pero aun así). Tampoco ayuda demasiado la impersonal dirección de Frankel. Finalmente, sólo me queda confirmar que El diablo viste de Prada me funciona básicamente como simple divertimento, que cuenta a su favor con un excelente dúo protagonista (cuando ambas no están en escena la película se resiente) y también con un puñado de buenas (y exitosas) canciones pop en su banda sonora (Madonna, Alanis Morissette, Moby, Belle & Sebastian...).

 

Lo mejor: Las escenas que comparten las protagonistas.

 

Lo peor: El mensaje de la película me desconcierta, podría ser otra vuelta de tuerca a la consabida historia del patito feo que se convierte en cisne, pero el proceso de cambio de Andy parece más una lobotomización que otra cosa (véase la escena en la que Nigel cambia su estilo). Sinceramente, me parece una película ciertamente sobrevalorada.

 

 Puntuación: 5,5/10.