Título
original: My Best Friend’s Wedding.
Año:
2007. País: Estados Unidos. Género: Comedia,
Romance. Director: P.J. Hogan. Guionista: Ronald Bass.
Intérpretes: Julia Roberts, Dermot Mulroney, Cameron Diaz,
Rupert Everett, Philip Bosco, Rachel Griffiths, Carrie Preston, Susan
Sullivan, Paul Giamatti.
P.J. Hogan reincide en
temas matrimoniales, tras su estupenda La
boda de Muriel (Muriel's Wedding), en esta divertida
comedia de enredos de corte clásico. Todo comienza cuando Michael
(Dermot Mulroney) le confirma a Julianne (Julia Roberts) su próximo
enlace con Kimberly (Cameron Diaz), a partir de entonces la única
misión de Julianne será estropear dicho enlace y recuperar a su
antiguo amor.
La película se beneficia del buen hacer de su
dúo femenino protagónico. Roberts demuestra su carisma y talento
natural para la comedia (tanto para la romántica como para los gags
visuales: caídas, persecuciones…) y, a pesar de contar con un
personaje que podría resultar antipático debido a sus actos
(seguramente así habría sido de interpretarlo cualquier otra
actriz), consigue meterse al público en el bolsillo. Diaz, por su
parte, tiene a su disposición algunos de los momentos más
celebrados (véase la escena del karaoke) y la actriz sabe sacar
provecho de ellos. Completando el triángulo amoroso” nos
encontramos con Mulroney; y aunque su interpretación no sea mala,
queda eclipsado por el resto de intérpretes (también es verdad que
el suyo es el personaje más soso). Atención especial merece un
divertidísimo Rupert Everett, quien encarna al amigo gay, y
particular pepito grillo, de Julianne. El actor casi eclipsa a todos
con su comicidad y buen hacer (véase la mítica secuencia musical
durante la comida).
Unos personajes con gancho (secundarios
incluidos; pero Roberts, Diaz y Everett por encima de todos) y un
guión bien engranado (sabe sacar partido de los personajes y juega
muy acertadamente con los equívocos y enredos; tan bien como lo
haría una comedia del Hollywood clásico). Igualmente acertada es la
elegante dirección de Hogan, más encaminada hacia la comedia más
formal que hacia la burla o la parodia. El resultado final sería
equiparable al de una buena tarta de boda: dulce y resultona pero no
empalagosa.
Lo mejor: Su
comicidad y un reparto (así en general) entregadísimo y encantador.
Es una comedia de enredo francamente encantadora.
Lo peor: Que
Rupert Everett no fuese nominado al Oscar. Me enfada casi tanto como
que Crash
ganase el correspondiente a mejor película, en lugar de Brokeback
Mountain,
o que Moonlight
se impusiese a mi amada La
La Land.
Puntuación:
7,5/10.
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