Título
original: Muriel’s Wedding. Año:
1994. País: Australia. Género:
Comedia, Drama. Director:
P.J. Hogan. Guionista: P.J.
Hogan. Intérpretes:
Toni Collette, Rachel Griffiths, Bill Hunter, Jeanine Drynan, Gennie
Nevison, Matt Day, Daniel Lapaine, Sophie Lee.
Antes de triunfar a nivel
internacional con La boda de mi mejor amigo (My Best Friend’s
Wedding), P.J. Hogan ya había despuntado gracias a otro convite, el
de La boda de Muriel. Con dicha película, la que nos ocupa,
también se dieron a conocer las actrices Toni Collette y Rachel
Griffiths (ambas excelentes en sus respectivos papeles). Hogan
consiguió aquí el perfecto equilibro entre comedia (tirando a
negra) y drama al relatarnos las vivencias de Muriel (Toni Collette,
que fue nominada al Globo de Oro a mejor actriz de comedia o
musical), una muchacha poco agraciada y sin suerte en el amor, que
fantasea con una boda de ensueño como la de Lady Di (sic) mientras
escucha una y otra vez los discos de su grupo favorito: ABBA.
La
boda de Muriel no es la típica comedia romántica, en parte
porque su humor resulta algo más amargo de lo habitual, pero también
porque, más que de amor, la película habla de aceptación,
superación, amistad e incluso de las apariencias. Porque guardar las
apariencias es lo que hace el cabeza de familia, y padre de Muriel,
Bill (Bill Hunter), aunque no ayude mucho (ni parezca importarle
demasiado) su más que evidente affair ni su familia disfuncional.
Sin embargo, el eje central de La boda de Muriel, y una de sus
grandes bazas, se haya en la relación de amistad que se establece
entre los personajes de Collette y Griffiths.
En definitiva,
P.J. Hogan realizó aquí una fresca y entrañable película, repleta
de situaciones delirantes (y otras terriblemente dramáticas), frases
que forman parte, por derecho propio, de la cultura popular (la de
veces que he pronunciado yo aquello de “eres mala, Muriel”) y
buenas interpretaciones (memorable Collette; estupenda Griffiths).
Además, su banda sonora, compuesta, claro, por canciones de ABBA,
volvió a poner de moda al grupo sueco, incluso mucho antes de que
llegasen los archifamosos musicales y el resto de proyectos basados
en sus canciones. Y sí, ya era hora.
Lo mejor: Sus
actrices y su tono (divertida cuando va de comedia; triste e incluso
dura cuando cambia de género). Es más profunda de lo que aparenta.
Lo peor: Que
pueda ser vista como una película menor (para los más cortos de
miras: por el género al que pertenece; por su título; por contar
con un reparto netamente femenino) cuando no lo es en absoluto (más
allá de que fuese un gran éxito en Australia).
Puntuación:
8/10.
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