El ente

Título original: The Entity. Año: 1982. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: Sidney J. Furie. Guionista: Frank De Felitta. Intérpretes: Barbara Hershey, Ron Silver, David Labiosa, George Coe, Margaret Blye, Jacqueline Brookers.

La vida de Carla (Barbara Hershey) parece tranquila: tiene un buen trabajo del que espera un breve ascenso y vive dignamente en una casa junto a sus tres hijos, hasta que una noche algo la ataca y viola. Pero, para su sorpresa, en la casa sólo se encuentran ella y sus hijos. A partir de entonces los ataques serán constantes; ataques que el psiquiatra que la trata (Ron Silver) cree que son cosa de su mente.

El ente, basada en la historia de una mujer californiana que aseguró haber sufrido dichos ataques, es el contrapunto (no para todos los públicos) de la popular Poltergeist. Me llama poderosamente la atención el trabajo llevado a cabo por Sidney J. Furie, director de Ipcress (The Ipcress File), mejor film británico en los Bafta (premios de cine de la academia británica), Águila de acero (Iron Eagle) o la infame cuarta entrega de las aventuras de Superman protagonizada por Christopher Reeve. Sus primeros planos, y la planificación de las escenas en las que “aparece” el ente, del título son lo suficientemente estimulantes, a pesar de que se eche en falta algún que otro sobresalto. Puede que sea porque el guión funciona mejor como crítica; crítica no sólo hacía el gremio de psiquiatría, sino también a la misoginia (véase la escena en la que varios psicólogos debaten la causa de los problemas de la protagonista y la acusan de reprimida).

A destacar el trabajo de Barbara Hershey, quien no sólo es capaz de aguantar con solvencia los primeros planos, sino que sobresale por su capacidad para afrontar las complicadas (y comprometedoras) escenas referentes a los ataques y violaciones que sufre su personaje. El resto de intérpretes no están a su altura, pero cumplen con su cometido de manera más que digna. La película nos deja (al menos al que esto escribe) con la sensación de que se podría haber aprovechado mejor la temática (también se podrían mejorar algunos efectos especiales; el problema es más bien lo mal que éstos han envejecido, pero, claro, estamos hablando de una película de 1982 que contó con un relativamente ajustado presupuesto: unos 9 millones de dólares), aunque se agradece que no caiga en el esperpento (algo que tenía relativamente fácil).

Lo mejor: La labor del director (y cómo filma los ataques que sufre Carla) y de la actriz principal.

Lo peor: No ha envejecido demasiado bien.

Puntuación: 5/10.