Título original: The Conjuring 2: The Enfield
Poltergeist. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director: James Wan. Guionistas:
Chad Hayes y Carey Hayes. Intérpretes: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Frances
O’Connor, Lauren Esposito, Madison Wolfe, Maria Doyle Kennedy, Franka Potente,
Patrick McAuley, Simon Delaney, Benjamin Haigh, Simon McBurney.
Expediente Warren podría convertirse, si el éxito sigue
acompañando, en una de las franquicias más importantes del subgénero de terror
sobrenatural. Material (Ed y Lorraine Warren, a los que vuelven a dar vida
Patrick Wilson, actor fetiche de Wan, y Vera Farmiga, participaron en la
investigación de innumerables casos paranormales) tienen para dar y tomar (casi
tantos como corruptos asolan mi país, para que se hagan una idea).
En esta nueva entrega la historia
(al menos la trama principal) se desarrolla en Inglaterra (de plena actualidad
por temas que nada tienen que ver con los que aquí nos unen). Concretamente en
el hogar de una familia de clase baja que comienza a sufrir el acoso del que
fuera el propietario (ya muerto) del inmueble que ahora habitan. Suceso que no
tardará en gozar de cierta relevancia, sobre todo tras ser comparado con otro
caso paranormal que conmocionó al matrimonio Warren y a medio mundo: el de la
casa maldita de Amityville, llevado al cine en varias ocasiones.
Expediente Warren, la primera parte, se destapó como una de las
grandes sorpresas (al menos dentro de su género) de su año, pero ahora su
secuela no sólo repite éxito (recaudó, durante su primer fin de semana de
exhibición en Estados Unidos, más de 40 millones de dólares), sino que además ha
logrado el beneplácito de la mayoría de la crítica especializada, tarea harto
complicada para una secuela y todavía mayor cuando ésta es una cinta de terror.
Son muchos los factores que hacen de esta película una opción especialmente
recomendable (sobre todo para los amantes del subgénero): Wan vuelve a
demostrar por qué es un valor seguro cuando se trata de asustarnos o
mantenernos en tensión, su firme reparto (destacando, de nuevo, una magnífica
Vera Farmiga) o su ingente cantidad de sustos. No pueden con ella ni ciertos
efectismos, inherentes en un trabajo de estas características, ni su excesiva
duración. Además, cuenta con una figura maligna (una monja satánica) de
poderoso calado.
Lo mejor: La puesta en escena de Wan.
Lo peor: Su duración.
Puntuación: 6,5/10.
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